Leonardo Torres: “Todos debemos estar politizados de alguna manera”
Actor interpreta a un coleccionista millonario en la obra escrita por Alonso Alegría que aborda el mito del Inkarri.
En Cavando en la arena, Leonardo Torres Vilar interpreta a un millonario, dueño de huacas y cercano al poder político, pero que se interesa por el mito del Inkarri. “Todos debemos estar politizados de alguna manera. El camino está claro, tenemos que conseguir una reforma política, cambiar todo y empezar de cero”, nos dice el actor sobre la coyuntura. La obra fue escrita hace 60 años por Alonso Alegría y cumple temporada en el Centro Cultural Ricardo Palma.
- El año pasado fuiste José de San Martín. Ahora, en la obra, eres un coleccionista millonario y acusado de ser pishtaco. ¿Cómo interpretas el otro lado de la historia?
(Sonríe) Carlos Gunther está yendo en contra del país para satisfacer sus intereses personales. Tiene una frase muy buena: “Tengo miedo de seguir teniendo tanta plata en un país donde la gente tiene cada vez menos”. Irónicamente, dice: “Por mi culpa, en parte”. El primero en perder es el país porque este señor está cumpliendo su deseo de acumular riquezas. Para mí es muy interesante.
- Además, menciona que hubiera sido arqueólogo de no ser millonario.
Es bueno saber cómo funciona la plata, pero no puede ser únicamente eso. Ese es el problema, cuando esas personas se meten en campos tan vitales como son la salud, la educación superior o básica y hacen de ello solo una empresa. ‘Pagan pato’ cosas importantísimas en nuestro país y eso es lo que está pasando ahora.
- Alegría dijo que reescribió esta obra cuando vio que Castillo ganó y se pensó que habría un cambio. Claro, decepcionó, pero cree que se debe mantener esa esperanza. ¿Coincides?
Estoy totalmente de acuerdo. El tema principal de la obra es la esperanza. Necesitamos pensar mucho más en el otro, ahí es cuando todos los problemas se van a solucionar. Estos problemas están quizá más acentuados en países como el nuestro, desde lo que ves en el tráfico hasta cosas grandes como el Gobierno. Si hay un presidente que sabe que no le está haciendo bien al país, debe dar un paso al costado. Nos toca a todos preguntarnos si esto que hago, lo hago pensando en nosotros o en mí.
Obra teatral Cavando en la arena
- En la obra, tu personaje -cuando conversa con el personaje de Orúe después de que hallan parte del Inkarri de oro- tiene propósito de enmienda. ¿Qué te anima a interpretarlo?
El tema de la compasión para mí es una cosa muy importante y es importante para los actores, por eso también me gustó la idea de que mi estudio de actores auspiciara la obra. El trabajo debe ser compasivo, no podemos interpretar a otros personajes desde un punto de vista simplemente de juicio sino, de compasión, de tratar de entender. Pero los cambios no ocurren de la noche a la mañana. Él cambia, pero no durante la obra necesariamente, él ya tenía un germen de cambio. Es entender a este personaje, que es maligno, que simplemente se preocupa por su bien y por amasar dinero. Ojalá yo esté aprendiendo algo de todo esto.
-Tras la reapertura de los teatros hay público, pero algunas salas no se llenan. ¿Qué falta hacer?
Hay muchísimo por hacer. Están comentando que hay un efecto rebote, que todo el mundo se está lanzando a los conciertos. Pero no se están lanzando como locos a los teatros (sonríe) ¡Sería maravilloso! Creo que nunca se han lanzado como locos. El teatro es una herramienta de cambio, de progreso, de concientizar, en el momento en que se vende únicamente como una diversión, ya estamos mal. Con Cavando en la arena hemos estrenado en un teatro pequeño, pero el trabajo debe seguir, ir a festivales porque es una obra que tiene algo importante que decir. Tenemos que llevarla a provincias, de todas maneras.
- Antes de la función, el director dijo que continuaba con los ensayos y que cada vez había más versiones. ¿Qué significa para ti como actor?
Hablando de exigencias, ahora (28 de julio) estoy ensayando (se ríe). Yo a don Alonso lo conozco desde que nací. Muy amigo de mis padres (Lola Vilar y Leonardo Torres Descalzi), he conversado con él de toda la vida. Me faltaba trabajar con él, es un dramaturgo nuestro tan importante. Y creo que me toca interpretar un papel que él quiere mucho, que encarna un montón de sus deseos y temores. Me siento particularmente privilegiado.