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Esto es Habacilar: Mauricio Bracamonte y Valeria Burgos denuncian maltratos de la producción

Ambos fueron invitados a participar en el programa el pasado lunes 31 de enero, pero su visita estuvo llena de inconvenientes y malentendidos con los organizadores.

La República habló en exclusiva con los afectados. Foto: composición/ La República
La República habló en exclusiva con los afectados. Foto: composición/ La República

Después de que su caso se hiciera conocido en el programa Amor y fuego, Mauricio Bracamonte y Valeria Burgos buscan que se sepa qué es lo que sucede en Esto es Habacilar detrás de las cámaras.

En una entrevista exclusiva para La República, ambos detallaron el trato y las actitudes que la producción del programa tuvo hacia ellos el pasado 31 de enero, día en el que se les había indicado que iban a concursar. Según los entrevistados, los maltratos contra ellos empezaron desde que se encontraban en dirección a la casa televisiva.

Mauricio Bracamonte: “Decían cosas que no eran ciertas”

Mauricio, quien participó como parte del público para el programa, hizo hincapié en algunos detalles que le llamaron la atención. La prohibición de comer, ir al baño y la recolección de sus celulares fueron algunos de ellos.

¿Qué es lo que pasó exactamente en tu visita a Esto es Habacilar?

Nos citaron desde la 1.00 p. m. hasta las 4.00 p. m., llegó el bus y subimos. Fue una hora el viaje, llegamos a las 5.00p. m. (…) No podíamos salirnos de la fila, a buscar comida, comer, tomar agua o ir al baño. Llegando al canal, habían pasado cuatro horas, nos hicieron entregar nuestros celulares y no nos explicaron por qué, solamente los confiscaron. En la mitad del camino, en el bus, había un contrato que nos estaban obligando a firmar. Valeria (Burgos) y yo lo leímos. Decían cosas que no eran ciertas. Por ejemplo, que estábamos entrenados y capacitados para los retos que íbamos a hacer.

¿No los capacitaron en ningún momento?

Cada vez que preguntábamos qué se iba a hacer, no nos daban una respuesta. No sabíamos a dónde íbamos, no sabíamos qué íbamos a hacer. A la mitad del camino, nos dan un contrato (en el ) que ellos se liberan de cualquier responsabilidad por una lesión o daños ocasionados. Valeria y yo nos miramos, pensamos que no era correcto. No firmamos, pero sí firmamos una lista que pasaron para todos los que estábamos ahí. Lo tomaron como si hubiéramos dado nuestros permiso y querían que participáramos igual, por más que no firmamos el consentimiento.

¿Qué sucedió cuando llegaron al canal?

A Valeria y a mí nos separaron después de que nos quitaran los celulares. Ella pasó al lado de los participantes y yo a la audiencia. No vi a Valeria la mitad del tiempo que estuve ahí (…) Estuve pendiente de que ella saliera, pero nunca salió. Le hablé a una mujer de la producción, que no me conocía, y le pedí que al menos me regale un enterizo para darle a mi enamorada. Estuvimos todo el día y nunca salió. Felizmente, me lo dieron y se lo entregué.

¿Cuántas personas consideran que eran las que participaron en el programa, al igual que ustedes?

Para la cola, fuera del canal, fui el último en llegar. Mi enamorada vino antes que yo, ella era la número 71 y yo el 80, el último en llegar. Éramos mínimo 80 personas hasta subir al bus.

Valeria Burgos: “Si algo me pasaba, mis papás iban a asumir los gastos”

Cuando se le preguntó a Valeria Burgos por su experiencia, la modelo le contó a La República que logró hacer registros audiovisuales y tomar fotos del documento antes mencionado por su pareja.

Documento que Valeria Burgos recibió por parte de la producción de Esto es Habacilar

Documento que Valeria Burgos recibió por parte de la producción de Esto es Habacilar. Foto: La República

¿Qué decía el documento que les entregaron?

Cuando nos dieron el documento, nos dijeron: “Bueno chicos, tienen que firmarlo. Vamos a pasar para poner sus huellas”. Yo me sorprendí y lo leí, me pareció raro que no lo entregaran al inicio. Estuvimos leyendo, en el que decía que nos había entrenado para realizar lo juegos. Eso es falso, no nos prepararon para nada. Si en caso nos ahogábamos o teníamos una lesión, ellos no se hacían responsables. Nosotros firmábamos ese consentimiento. (…) Si algo me pasaba, mis papás iban a asumir los gastos.

¿Cuál fue la reacción del equipo de producción cuando ustedes rechazaron firmar el documento?

Le dije a Mauricio que lo mejor era no firmar. Por último, ya que estamos aquí, nos quedamos hasta que termine y nos vamos. Yo no firmé nunca nada. (…) Hablé con una persona del canal en el bus y le dije: “Acabo de leer este contrato y no estoy de acuerdo. No sé qué voy a jugar y todo lo que dice aquí es mentira. No nos han dado entrenamiento. Si me caigo o me pasa algo, ustedes no se hacen responsables. Yo no voy a firmar esto”. La persona señaló que era necesario que firmemos y yo dije: “Yo no voy a firmar esto. No estoy de acuerdo”. El hombre con el que hablé dijo que, al llegar al canal, podríamos consultar con la producción todas las dudas que tuviéramos. Él me dijo: “No les digan que no les he hecho firmar porque es importante para poder entrar”.

¿Qué ocurrió al llegar y prepararte para el programa?

Cuando llegamos a Pachacamac, nos retiraron los teléfonos y no supe nada más de Mauricio. Nos llevaron a un set grande, pero nadie nos atendía. Yo misma me maquillé para el programa. Estuvimos con más gente (visitantes), mientras pasaba el tiempo. El programa ya había empezado y nadie se comunicaba con nosotros. Yo ya tenía mucha hambre, no comía desde la mañana. No nos ofrecieron ningún refrigerio, ni siquiera agua. El único personal presente era un señor de seguridad, quien nos indicó que no podíamos comprar nada para comer porque no estaba permitido.

¿En qué momento empezaste a sentirte mal?

Después de que el personal de seguridad nos comentara que no podíamos ingerir alimentos, comencé a tener malestares físicos. Le decía a mis compañeros cómo me sentía. Estaba con un fuerte dolor de cabeza. No había nadie como para consultar si podía retirarme o solicitar que me den mi celular para pedir un taxi y retirarme a mi casa. Me quedé esperando, mientras mis compañeros hablaban sobre el caso del chico que casi se ahogó durante el programa. Esto me pareció demasiado. En ese momento, solo faltaba media hora para que terminara el programa.

¿Le dijiste a alguien de la producción sobre tu malestar?

Sí. Hablé con Marco, quien me contactó para ir al programa, y le encaré por lo ocurrido. Estuve todo el día ahí y ni siquiera me pagaron. Yo ya sabía lo del pago, pero el trato fue pésimo. No nos dejaron comer y no podía hablar con nadie, para informarle de mi situación. Se disculpó conmigo constantemente, pero yo estaba bastante molesta e incómoda. Le pregunté si me podía dar algo de dinero para comprar una botella de agua y me dijo que él no se hacía responsable por lo ocurrido.

¿Trataste de hablar con alguien más de la producción?

Hablé con una mujer después, le conté la situación. Ella me dijo: “No tengo sencillo”. Le consultó a uno de sus compañeros de producción si tenía dinero. Al responder que no, me dijo: “Ya fue”. Estaba muy molesta. Encima, alguien de la producción pasó una lista para que nos apuntemos y volvamos a ir. No acepté.

¿Qué pasó cuando volviste a encontrarte con Mauricio?

Media hora después de que terminara el programa, recién nos dejaron salir del set y le conté a Mauricio todo lo que me había ocurrido. Cerca de nosotros, pasó un chico de la producción llamado Junior. Le dije que me sentía muy mal y que si podría darme algo para comer. Sentía que estaba mendigando. Él me dijo que me iba a apoyar, pero como algo personal, porque era Marco el que debía encargarse de esos temas. Luego, Marco me dijo que eran sus superiores los que debían manejar la situación. Nadie se hacía responsable. Finalmente, sí me dieron algo de comer y tomar. Con eso, me recuperé un poco y pude irme.

¿Qué comentarios has recibido después de conceder la entrevista a Amor y fuego?

Mucha gente dice que estoy saliendo a hablar porque estoy buscando fama. En primer lugar, yo subí videos sobre el tema a mi cuenta de Instagram. Yo nunca contacté al canal Willax, ellos me llamaron a mí. Me solicitaron mi consentimiento para salir a hablar en cámaras, pero yo nunca busqué salir en televisión. Yo solamente quería hacer mi denuncia de forma pública y que se tome acción. La producción de Esto es Habacilar no se ha comunicado conmigo después de haber salido en el programa (Amor y fuego).