Raúl Tola: “La literatura es útil para entender la historia”
Raúl Tola. El escritor y periodista presenta hoy en la FIL Lima su novela La favorita del inca, un policial que devela aspectos de la sociedad inca.
Por: María Morales Isla
Para Raúl Tola, el chasqui en la sociedad inca era el individuo que andaba cerca del poder. En su nueva novela, La favorita del inca (Ed. Alfaguara), un chasqui es el hilo de la madeja para descubrir el asesinato de la preferida del gobernante. Será el detective del caso y develará los mecanismos del poder. “La literatura –dice Tola– tiene una llegada distinta a los procesos históricos”. Su reciente novela es una muestra de ello.
¿La novela es un retrato de la sociedad inca?
Esta novela cuenta un crimen y los esfuerzos de un investigador por resolverlo. Pero no es el único nivel. También está la historia del propio investigador. Pero también la biografía de Pachacútec. Para escribir recurrí al libro Pachacútec Inca Yupanqui, de María Rostworowski. Me sorprendió comprender la dimensión histórica, política y social que alcanzó Pachacútec. Debería tener una proyección histórica de un Julio César, de las grandes figuras de la humanidad.
El personaje de Amaru, un chasqui, es el pretexto para conocer el imperio…
Los chasquis permitieron articular el imperio. El hecho de que el investigador sea un chasqui permitía un gran alcance geográfico y social. Al ser parte de la nobleza, pero no estar en la nobleza, un chasqui tenía un contacto más plural con toda la sociedad inca.
¿Lo es también para hablar de la lealtad?
El chasqui tenía que ser leal al inca, al imperio y a la verdad. Hay allí una construcción de una ética que me parece importante. En algún momento entra en conflicto el respeto a la verdad con el respeto al soberano. Hay un momento en el que el chasqui pierde su identidad, pero también se enfrenta a un conflicto al descubrirse a sí mismo. ¿A quién tiene que serle fiel?, ¿a las autoridades o a la verdad? Allí toma una elección.
El relato utiliza estructuras occidentales de la novela policial y de la histórica en una cultura ajena a ella…
Yo creo que es un juego en el que estoy metido hace tiempo, que ocurre tanto en Flores amarillas como en La noche sin ventanas. Es aplicar los esquemas de las novelas de género a la realidad peruana. En Flores amarillas, lo que hago es utilizar las estructuras de las novelas de mafia, sobre todo con Mario Puzo. Los mafiosos de Flores amarillas son criollos. Y en el caso de La noche sin ventanas, aplico la misma lógica, la peruanización de un género a la novela sobre la Segunda Guerra Mundial. Lo mismo he hecho aquí, peruanizar el género. Ese filtro que es la peruanidad te permite romper con las normas de un género tradicional y explorar caminos nuevos.
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En La favorita del inca, la historia es cíclica, como la cosmovisión andina…
Voy a contar una cosa que sucede al final, me parece relevante. Descubrimos que el narrador es el chasqui. Yo creo que hay un cambio hacia lo occidental que comienza a experimentar. Este personaje cierra el recorrido de La favorita del inca y abre uno nuevo. Allí sí se engancha la lógica de la novela del imperio incaico con la lógica de la novela policial.
Los personajes femeninos son hilos conductores de la historia…
También hay allí una denuncia de la violencia histórica contra la mujer, porque para los hombres del pasado, la mujer era un bien con el que se podía comerciar. En este caso, la favorita del inca también es un bien fungible. A cambio de la paz, se puede asesinar a traición. Además, ocurre este asesinato terrible en el corazón del imperio y la vida en la corte sigue con normalidad, como si ese asesinato tenía que ocurrir. Es la lógica que imperaba. Es un hecho que quería denunciar empleando las armas de la literatura.
¿Qué tan fundamental fue Pachacútec Inca Yupanqui de María Rostworowski?
Capital. Es un libro que todos deberíamos leer. Todos deberíamos aprender lo que fue Pachacútec. Y sentirnos orgullosos. El trabajo de María Rostworowski es valioso. Deberíamos ser conscientes de lo que es nuestro pasado. Es un gran trabajo historiográfico que, además, está en la médula de lo que significa ser peruano.
Se han publicado novelas históricas, como El espía del inca, de Rafael Dumett.
No he leído la novela de Dumett para no contaminar esta novela. Pero siento que hay una búsqueda en nuestro pasado. Ojalá sí haya una continuidad de escritores que busquen temas en nuestra historia y, al mismo tiempo, con ellas, nos redescubran también quiénes somos. La literatura tiene unos mecanismos que no tiene la historia. Tenemos imágenes del pasado que son transferencias de la literatura más que de los libros de historia. La literatura no funciona a partir de los grandes conflictos, sino a partir de las personas. La literatura responde a preguntas que son propias de la condición humana. ¿Por qué? ¿Qué nos motivó? ¿Por qué reaccionamos así? Por eso es tan útil la literatura para comprender la historia también.
El dato
- Presentación. La novela se presenta hoy, 6 p.m., en la sala César Vallejo, en la FIL Lima. Comentarios de la historiadora Carmen Mc Evoy.