MEMORIA. No fue el mejor de la historia del Perú como afirma fuerza 2011 . En esos once años se agudizó la desigualdad, subió el desempleo y hubo cifras en rojo en la balanza comercial , mientras la corrupción campeó. Richard Manrique. ¿Puede ser el gobierno de Alberto Fujimori el mejor de la historia del Perú –como proclama hoy la candidata de Fuerza 2011– cuando ese régimen dejó al país con un 54% de pobreza, 200 mil peruanos despedidos, 23 mil empresas quebradas, 7 mil millones de dólares robados por la corrupción y un régimen económico sumido en la recesión? La respuesta cae por su propio peso. Como también caen por su propio peso los ‘mea culpa’ del fujimorismo. Hace unos días, José Chlimper, ex ministro de ese régimen y actual miembro de campaña de Keiko Fujimori , reconoció que los vaivenes económicos de ese entonces llegaron a su tope en 1997 y que después de esa fecha la economía se vino abajo. “Fueron (años) muy malos. Metidos en la re-reelección (de Fujimori), abandonando las reformas de segunda generación, la gestión fue muy mala”, declaró al programa Prensa Libre. Según Félix Jiménez, jefe del plan de Gobierno de Gana Perú , durante los noventa el país creció solo en cuatro años (1993, 1994, 1995 y 1997); el resto fueron periodos de recesión. E, incluso, esos años de crecimiento fueron timoneados por la demanda internacional de productos primarios de los sectores pesquero, agrícola y minero, pero no por políticas económicas propias. En resumidas cuentas, Jiménez anota lo siguiente: 1) La política macroeconómica del fujimorismo abarató el dólar como medida antiinflacionaria hasta alcanzar un atraso de diez años en el tipo de cambio. 2) La política fiscal destinó todos sus esfuerzos al pago de la deuda externa en montos exorbitantes. 3) La política monetaria fue restrictiva y encareció en demasía el crédito. Y 4) las privatizaciones generaron precios monopólicos en la energía eléctrica y la telefonía. El resultado fue un modelo “antiindustrial” y “reprimarizador” que elevó los costos de producción , prevaleció las importaciones y, por ende, restó competitividad al país. De ahí que la balanza comercial durante el “oncenio” fuera negativa, pues las importaciones crecieron en 258,5% entre 1990 y 1998, mientras las exportaciones aumentaron en 72,3%. La industria se desplomó Ante ese panorama, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) remitió un balance negativo luego de los dos gobiernos de Alberto Fujimori y afirmó que el sector industrial se mantuvo en recesión durante esos once años, pues nunca estuvieron en los planes del régimen. En cifras de la SNI, unas 23 mil empresas cerraron o quebraron en el periodo 1990-2000, de las cuales el 95% pertenecían a las pymes. No solo eso: la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) reportó no menos de 120 mil empresas endeudadas durante esa década, sin contar las que ya habían cerrado por endeudamiento. Esto trajo como resultado un descenso de 33% en el empleo industrial. En el sector construcción el auge fue efímero . Entre 1992 y 1994 el PBI constructor varió de 2,3% a 36,1%, respectivamente. Luego en 1995 registró un indicador de 17,3% y se derrumbó en caída libre a -2,3% en 1996 a -10,8% en 1999. Tal desplome ocasionó que solo tuvieran trabajo el 15% de las 300 mil personas que laboraban en el sector, según datos de Capeco y las consultoras Maximixe e Inform@cción. Igual situación ocurrió en el sector comercio . En cifras del Banco Central de Reserva (BCR) , en 1995 tuvo un crecimiento de 11,1%. Al año siguiente registró un 0,9% y en 1997 se despuntó a 7,8% para después entrar en rojo con -3,1% en 1998 y -1% en 1999. El agro también fue perjudicado cuando subrepticiamente se les arrebató a los agricultores el Banco Agrario , entidad a la que recurrían los pequeños productores para solicitar el 90% de sus créditos. Reforma estructural El economista Juan José Marthans refiere que la herencia de los 80 tuvo que generar un costo social y económico en los 90, que por lo menos sustentó el frenazo económico de 3 de los 6 años de recesión durante el régimen de Alberto Fujimori , contando la crisis asiática, rusa y brasileña de esos tiempos. Ello porque en los noventa se aplicó un ajuste estructural proveniente de Consenso de Washington (EEUU) , el cual guió al país a una apertura comercial agresiva, permitiéndole bajar la inflación a un dígito. Sin embargo, anota Marthans, las reformas no se concluyeron, sino más bien se vieron manchadas por la corrupción, perjudicando la economía y demostrando que el fujimorismo fue un mal gestor de la administración pública. Efraín Gonzales de Olarte, vicerrector de la PUCP , alertó en 1998 que el modelo neoliberal de los 90, enfrascado en el autoritarismo, no era sostenible en el tiempo, pues ahondaba la desigualdad y el desempleo. Y ello debido a que era necesario una reforma del Estado –explicó Gonzales de Olarte–, pero la “dictablanda o democradura” de la dupla Fujimori y Montesinos “no iba a reformarse a sí mismo porque así funcionaba y gobernaba el país”. Ahora “el que quiera hacer políticas distributivas se va a tener que enfrentar con un Estado corrupto”, afirmó. El economista Armando Mendoza dice que aunque la política fujimorista era de libre mercado fue la gestión más interventora en la economía, pero de manera corrupta, pues no había independencia de poderes, a diferencia de la actualidad que hay una tendencia a la “profesionalización” del manejo económico. Continuación aquí.