Economía

Ángel Manero: “Las pérdidas serán importantes para los pequeños agricultores este año”

Cambio climático y cosechas prematuras impulsarán precios al productor a la baja. Sin embargo, el ministro Ángel Manero confía en que una nueva Ley Agraria y el ingreso de transgénicos al Perú aliviará los estragos sobre el PBI del agro.

Siembras. Midagri descarta que la nueva Ley Agraria busque restringir los derechos laborales en la agroexportación. Foto: difusión
Siembras. Midagri descarta que la nueva Ley Agraria busque restringir los derechos laborales en la agroexportación. Foto: difusión

Ángel Manero, titular del Midagri, anticipa que el cambio climático complicará este año los ingresos de los pequeños agricultores. Sin embargo, confía en que una nueva Ley Agraria y el uso de transgénicos en Perú permitirán aliviar al agro.

—Al cierre del primer trimestre, ¿cómo inició el año para la agricultura en el Perú?

—Además de la lluvia del verano 2023, el año pasado tuvimos el problema del diferencial de temperatura. Dos, tres grados por encima de lo normal. Eso complicó los frutales: limón, mango, arándanos, granadas, uvas. Bajó la oferta, pero este año habrá un rebote importante. Adicionalmente, se esperaba estrés hídrico, tanto que se sembró mucha papa. Pero no lo hubo, y es por eso que está abundando este mes y va a seguir habiendo mucha el siguiente. Por eso el precio está bajo, a S/0,40 o S/0,45 en chacra. Habrá mucho limón, por ejemplo. Y eso, en el papel, te aumenta el PBI, pero, en la práctica, te baja precios. El limón y el mango estarán baratísimos este año. La palta ya está a S/1 en chacra, cuando normalmente está entre S/2,50 y S/3.

—¿Hay medidas para compensar esas pérdidas?

—Ciertamente, hay un drama. Mire, el camote en febrero estuvo entre S/0,10 y S/0,15, cuando debiera estar a S/0,60. La papa está a S/0,40 o S/0,45, cuando debiera estar S/0,60 o S/0,70. La zanahoria está a S/0,10 en chacra, cuando debiera estar a S/0,50 o S/0,60. Es mucho dinero, es imposible de compensar [por Midagri] y lo asumen los productores con mucha molestia. Lamentablemente, este año esas pérdidas van a ser importantes para los pequeños productores y lo decimos con total transparencia.

—¿Qué hacer entonces?

—Esto pasa, entre otras cosas, porque no tenemos un sistema de información eficiente que ayude a prevenir excesos de siembra. Eso es algo que estamos trabajando fuertemente. Este año ya debemos lanzar nuestro sistema de información tipo semáforo para alertar sobre el exceso de siembra.

—Y en contraste, ¿cómo inició el año la agroexportación?

—Bastante bien. Hubo un pequeño rebote frente a 2024, cuando se perdieron 100.000 empleos formales y algo parecido sucede este año. Y también inversiones: en 2023 no hubo importantes y este año tampoco las está habiendo. Por eso, trabajamos una nueva Ley Agraria, para ver cómo incentivar nuevas inversiones que sustenten el crecimiento futuro.

—¿Respetarán el bono Beta?

—En la propuesta de la nueva Ley Agraria no se está inventando nada, se está regresando al incentivo que tenían antes de la Ley 31110, el que tenían y se lo quitaron. Sobre flexibilización laboral, no estamos moviendo nada. Estamos dejando los beneficios de los trabajadores tal como están. El famoso bono Beta del 30% va a quedar, así como los demás temas laborales.

—La idea también es extender la frontera agrícola. ¿Cuándo estará listo Chavimochic?

—Ya se firmó el contrato con el Gobierno canadiense, que va a involucrar la construcción de la represa de Palo Redondo, la tercera línea del Sifón Virú y la automatización de todo el sistema. Estas obras van a acabar a fines del 2027. En paralelo, el Gobierno regional de La Libertad tiene que trabajar el Canal Madre. El Gobierno regional ha hecho una línea de tiempo y ellos estiman que el Canal Madre va a estar recién en el 2029. De modo que, probablemente, a fines del 2029 tengamos todo el sistema construido y operando.

—El pedido de facultades contiene un capítulo para los transgénicos. ¿De qué se trata?

—Tenemos moratoria para producir, pero la importación no está prohibida. Importamos maíz y soya para pollos, cerdos, ganado, y algo de trigo también. Una situación extraña: nuestra industria puede usar el trigo, nuestros animales se pueden alimentar, pero nuestro agricultor no puede sembrar. ¿Y qué sucede ? Que la superficie de maíz cada vez decrece más y la importación aumenta. Hacemos que nuestro algodón prácticamente desaparezca; no podemos competir con el algodón transgénico de otros países.

—Y ahí entran los OVM.

—Queremos permitir que se cultiven los productos que no son para consumo humano directo, como maíz para animales e incluso soya (aunque es difícil sembrar en Perú), algodón para reactivar la industria de confecciones, o cultivos forestales. Es una salvedad, únicamente.

—¿Han cruzado el proyecto con los productores locales?

—En el caso de los dos productos más sensibles (maíz y algodón), sí lo hemos conversado. Y es donde precisamente hay más oportunidades, ¿no?

—Una medida muy orientada a recuperar el PBI del agro.

—Completamente. Solo en maíz tenemos potencial para desarrollar 200.000 ha y reemplazar lo importado. Hablamos de 15 toneladas y casi US$5.000 por ha. Solo maíz son cerca de US$1.000 millones. En algodón, el potencial es de 100.000 ha y otros US$1.000 millones.

—Aunque no parece haber tanta claridad con el pequeño.

—Ojo que los OVM son para los pequeños productores. Los que cultivan maíz o algodón, tradicionalmente, son ellos. Los grandes están en otros cultivos como frutas y hortalizas. 

—Pero al permitir OVM, ¿no se les abre también la cancha?

—Ah, sin duda.