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Economía

Werner Salcedo: “El problema es quien hace el transporte al turista”

El gobernador regional del Cusco habla sobre la propuesta que busca vender los boletos a Machu Picchu de forma virtual. Werner Salcedo exponer soluciones estratégicas para esta problemática; no obstante, asevera que este nueva forma de venta sería un factor negativo para la economía de la región.

Cónclave. Salcedo saluda que la 61 edición de CADE Ejecutivos se realice en Urubamba. Foto: Félix Contreras/La República
Cónclave. Salcedo saluda que la 61 edición de CADE Ejecutivos se realice en Urubamba. Foto: Félix Contreras/La República

Werner Salcedo, quien hace 10 meses asumió la gobernatura de la Ciudad Imperial, esboza algunas estrategias para asegurar la reactivación en materia económica y social de la región. Entre ellas, figuran limitar los horarios de atención del tren a Machu Picchu y hacer un solo frente sureño para la minería.

—¿Cómo entender estas protestas en Machu Picchu?

—Cuando hay un centralismo autoritario, simplemente vas a encontrar desconfianza de la población y lo que menos queremos es paralizar. Por eso, estamos haciendo un llamado para, en este momento de necesidad, no entrar en huelgas.

—¿Qué hace el GORE Cusco?

—Estamos estableciendo mesas de diálogo. Las recientes declaraciones de la ministra de Cultura arruinan un proceso de consenso, debemos explicar ambos lados el problema.

—¿No hay ninguna solución en el horizonte?

—Hemos determinado que el problema es quien transporta el turista. A partir de las 6:45 hasta las 8:30, Perú Rail no debería transportar a ningún turista para que, efectivamente, puedan tener la opción de descansar y pernoctar. Solucionado ese problema, no tendríamos la necesidad de estar demandando esas 1.000 entradas a favor de Machu Picchu pueblo.

—En este contexto, reciben nuevamente la visita de CADE.

—En Cusco, no solo buscamos el tema de la reactivación para dinamizar y conservar el crecimiento económico, pese a todos los problemas que hemos tenido como país y región del sur frente a esta crisis causada por la pandemia y la política. Frente a ello, vemos con optimismo que luego de tres años retorne CADE en su 61 aniversario. Los provincianos reconocemos los esfuerzos empresariales por la descentralización, algo que ha quedado trunco.

—¿Qué representa la llegada del CADE para la región?

Que tengamos a los empresarios en Cusco nuevamente representa mucho para entender que, en el fondo, es necesario construir una gran unidad y reconocer que ningún país en el mundo salió adelante sin que la población, el Estado y las empresas privadas se junten.

—¿Cómo va la reactivación de la minería en la región?

—Nos encontramos desde la ANGR impulsando la creación de la mancomunidad de comunidades mineras y energéticas. Existen temores de algunos gobernadores por posibles represalias por parte del Gobierno central debido a los intereses en torno al sector minero. Lo que queremos es coadyuvar a que estos 55 proyectos paralizados que existen en el Perú empiecen a producir.

—¿Y cómo ve los avances con el sector de hidrocarburos?

—Vemos que parte de las mineras ya tienen en sus concesiones esta responsabilidad social y ambiental (que debemos seguir mejorando), pero sí me preocupa el gas de Camisea. Les hemos entregado con los brazos abiertos nuestros recursos a todas las empresas como Pluspetrol y Techint, pero no existe una verdadera responsabilidad social, por el contrario.

—¿A qué se refiere?

—Nos estamos perjudicando. Demandamos y exigimos que en el Perú no puedan haber dos leyes: en Loreto, las empresas que extraen petróleo asignan 2,5% de sus utilidades netas a las comunidades, pero no hay esa misma ley para La Convención, donde está Camisea. Requerimos que para todos sea por igual y así no tener un Estado fragmentado.

—Así como derogaron la Ley 31876, que limitaba obras por administración directa.

—Teníamos una norma de 1988 que trabajaba muy bien. Contraloría pretendía arrinconarnos con S/247.500 para obras. ¿Qué construimos con eso? Nada. Ahora, se preparan para cortarnos nuevamente los brazos, porque las piernas ya nos han cortado. Quieren hacer una nueva ley de administración directa, pero siempre limitando al Estado y haciéndonos ver como inútiles.

—¿Y en cuanto a El Niño?

—No tenemos tampoco la planificación por parte del Gobierno central. Vamos a sufrir una sequía y pareciera que no tenemos las lecciones aprendidas. Estamos haciendo esfuerzos con el canon, algo que debería ser para inversión, y prever que se salven vidas. Cuando se habla de sequía, en Cusco se habla de muerte de animales, pobreza e incendios forestales, consecuencias siempre devastadoras.

Periodista de prensa escrita y digital, graduado en la Universidad Nacional Federico Villarreal (UNFV). Actualmente, en La República, donde escribe sobre economía, con énfasis en hidrocarburos, minería y conflictividad social.