Alfredo Thorne: “El MEF tiene que hacer un paquete que dé confianza a la empresa privada”
El exministro de Economía analizó la situación económica del país durante 2022 y señaló las pautas a futuro que debería seguir el Gobierno. “Parte de la desaceleración (económica) comienza porque las transferencias han sido menores, pero también tiene que ver el pesimismo generalizado”, manifestó.
El exministro de Economía y Finanzas Alfredo Thorne encuentra vacíos en el Plan Impulso Perú que podrían no surtir los efectos esperados sobre un crecimiento ralentizado a partir de las protestas sociales. Además, espera que el nuevo plan económico contemple un choque de confianza a la empresa privada.
— ¿Qué nos deja este 2022?
— Empezamos bien el año, a un ritmo por encima del 3,4% en el primer trimestre, yo creo que mucho se debió a la distribución del dinero de las AFP, pero también hubo buenas noticias. Ahora estamos cerrando el año a un ritmo de crecimiento de alrededor de 1,6% en el último trimestre, lo cual significa una fuerte desaceleración, pasar de uno al otro nivel en el cuarto trimestre implica un gran retroceso para todos.
— ¿Por qué retrocedimos tan rápido?
— Creo que detrás hay un factor que poco podemos manejar, que es el externo. Este factor estuvo fuerte en la primera mitad del año con precios de los minerales altos, que no supimos tomar ventaja pese al entorno favorable. Ahora, el entorno se ha convertido en un viento en contra: ha bajado el precio de los commodities y nuestros términos de intercambio han pasado a estar en negativo. Sin embargo, debemos recordar que también hay otro factor muy importante, que tiene que ver con el consumo privado: en la primera mitad del año, el crecimiento estuvo inducido por el optimismo de los consumidores y las ayudas del Gobierno.
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— Ha sido una desaceleración desde varios frentes.
— Parte de la desaceleración comienza porque las transferencias han sido menores, pero también tiene que ver el pesimismo generalizado. El mercado laboral, que soportaba mucho al consumo en la primera mitad del año, diría que en este último trecho ha menguado. Y, finalmente, vemos el factor político, que en la segunda mitad del año dejó un confrontamiento muy fuerte entre Ejecutivo y Legislativo, previo a las protestas en estos meses.
— Y sobre todo en momentos en que la inversión en minería caerá por efecto de Quellaveco.
— Hay muchos proyectos, pero que requieren trabajo tanto del MEF como del Minem para ponerlos en valor, trabajar con las comunidades para que se sientan cómodas con el desarrollo de los proyectos, lo cual significa un nuevo tipo de acuerdo con beneficios importantes e inmediatos sin afectar el medio ambiente.
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— No todo puede ser minas.
— Hay una serie de temas en los que el Gobierno debe intervenir; por ejemplo, hay una represa encima de Quellaveco que es algo que se debería hacer y me parece que eso le toca más al Gobierno que a la empresa. Es agua que va directamente para los agricultores de Arequipa. Lo más importante es que el Gobierno debe buscar nuevos motores de crecimiento, la minería es uno muy importante, pero hay otros interesantes que no se han activado y que nos permitirían una mayor diversificación de nuestras fuentes de ingresos.
— ¿Qué esperar de la inflación para lo sucesivo?
— La lucha contra la inflación, que si bien va a aumentar en diciembre, la vemos positiva a medida que va convergiendo, lo cual es muy importante para las familias, al ser otro de los factores que han golpeado el consumo privado. La reelección de Velarde fue muy atinada, es alguien que goza de un respeto muy grande de los mercados y, además, es una persona que maneja la institución con mucha creatividad. A él se le debe Reactiva Perú. Por otro lado, tenemos una estabilidad del tipo de cambio que se ha mantenido estable pese a las movilizaciones, y eso se debe sobre todo a un Banco Central de Reserva profesionalizado.
— ¿Contribuirá Impulso Perú en esta tarea?
— A mí me parece que el MEF está actuando con mucho rezago. Yo veo ese programa y no encuentro mucho, hay algunas exoneraciones tributarias, pero no hay mucha sustancia. Nada que haga pensar que vamos a ganar un punto porcentual de crecimiento en los próximos dos años.
— ¿Qué hacer entonces?
— Yo creo que existen cuatro tareas que el MEF tiene que liderar. Primero, un destrabe mucho más sustancial de la inversión pública, que todos sabemos que se cae cuando hay cambio de autoridades, y es algo que vamos a enfrentar ahora mismo en enero. No veo ninguna medida para evitar que repitamos la historia de que, cuando se cambian las autoridades, se caen las obras. Segundo, creo que las Asociaciones Público-Privadas (APP) no existen, y creo que el ministro podría reactivarlas con algunas licitaciones en el sistema Gobierno a Gobierno (G2G) para dinamizar esta ejecución que jala al sector privado.
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— ¿Y las otras dos?
— Tercero, el MEF tiene que hacer un paquete que sea un choque de confianza a la empresa privada, que representa mas del 80% de la inversión y más del 60% del consumo privado. Sin ello, es difícil pensar que vamos a crecer o cambiar el ritmo de crecimiento. Finalmente, un buen programa social que no solo pase por Midis, sino que ocupe la inequidad que existe entre Lima y regiones, que ha sido causa de muchos de los problemas que estamos viviendo. Me parece que estos objetivos no están en el radar del Gobierno hoy.