CCL: más de la mitad de arbitrajes laudados en 2022 se dieron en materia de contratación pública
El ejercicio de arbitraje en el Perú se ha incrementado en las últimas décadas. Esto, a raíz de que la ley de contrataciones del Estado establece la obligación de que las partes, ante conflictos, lleguen a conciliación mediante un proceso arbitral.
El Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima (CCL) informó que, en el 2022, las contrataciones con el Estado constituyeron más de la mitad de sus arbitrajes laudados (56% en el último año) y que estos se resolvieron en un plazo promedio de 14 meses.
Para entender esta cifra, es necesario considerar que el Estado peruano, en su conjunto, registra la mayor demanda de servicios, bienes, ejecución y supervisión de obras.
Al utilizar recursos públicos, sus contrataciones deben estar enmarcadas en los principios de transparencia y seguridad jurídica. A efectos de ello, las instituciones públicas tendrán que incluir una cláusula arbitral a fin de solucionar posibles controversias de manera eficiente.
Para Luis Bustamante Belaunde, presidente del Consejo Superior de Arbitraje de la referida institución, el Estado necesita contar con instituciones éticas, eficientes, ágiles y transparentes, para administrar y supervisar las controversias que puedan presentarse en el marco de los contratos públicos.
“Desde la aplicación de la ley de arbitraje, los resultados nos muestran que es una herramienta importante para el desarrollo del país. El Estado representa una alta demanda de servicios, ejecución y fiscalización de obras. En su funcionamiento utiliza recursos públicos, por lo que sus contrataciones deben observar principios de transparencia, legalidad y seguridad jurídica”, señaló Bustamante.
CCL: arbitrajes comerciales avanzan
El Centro de Arbitraje de la CCL indicó que, luego de los procesos por contrataciones públicas, los arbitrajes comerciales representan también una parte significativa.
Frente a ello, el presidente del Consejo Superior de Arbitraje del Centro señaló que este mecanismo es el óptimo para la resolución de conflictos en la dinámica económica del país.
“El crecimiento comercial y la globalización de los mercados son motivos para el desarrollo de alternativas de solución de conflictos, como el arbitraje, pues brinda beneficios como la neutralidad, la flexibilidad, el reconocimiento internacional y la especialización”, afirmó.
El ejercicio del arbitraje en el Perú ha logrado un crecimiento importante en los últimos años a raíz de que la Ley de Contrataciones del Estado establece la obligación de que el Estado y los contratistas, ante algún eventual conflicto, lleguen a una solución de sus controversias.
Las disputas giran en torno al incumplimiento de pagos, aprobación de ampliaciones de plazo, determinación de valorizaciones, resolución y/o nulidad del contrato, entre otros.
“El arbitraje, como medio de solución de controversias en los contratos con entidades del Estado, presenta numerosas ventajas. Podemos mencionar, entre ellas, la posibilidad de designar árbitros especializados en la materia de la controversia, la oportunidad de que las partes adapten las reglas del proceso de acuerdo con sus preferencias, y la celeridad con que es posible resolver las causas”, finalizó Bustamante Belaunde.