Repartidores de Rappi y Glovo dan positivo en pruebas COVID-19, a pesar de advertir faltas en protocolos
Desde el inicio de la pandemia, los repartidores reportaron faltas que atentaban contra su seguridad y salud. Es necesario recordar que el protocolo de delivery por terceros no indica que deban pasar por pruebas rápidas o moleculares, cuando son un empleo de alto riesgo por su exposición.
Los repartidores de aplicaciones como Rappi y Glovo siguen siendo uno de los empleos más vulnerables de la pandemia, sin embargo, sus propios trabajadores señalan que hasta ahora las plataformas de delivery no se hacen responsables de su salud y seguridad.
Hoy se dio a conocer que la Municipalidad de Miraflores y la Policía Nacional del Perú (PNP) realizaron un operativo de verificación y control de los motociclistas y ciclistas que se dedican al traslado de alimentos por delivery en el distrito.
En tal sentido, se pudo conocer que el 35% de 60 trabajadores de este rubro que reparte en el distrito dio positivo en las pruebas rápidas de la COVID-19.
“Estamos viendo que, en más de 6 meses de cuarentena, el 70% no se ha hecho la prueba rápida”, dijo a un medio local, Luis Llanos, gerente de Desarrollo Humano de dicho municipio.
De acuerdo a los lineamientos del Ministerio de Salud (Minsa), se deben aplicar pruebas serológicas o moleculares a las actividades de muy alto, alto y mediano riesgo, aunque los protocolos de delivery por terceros no exige a las plataformas aplicar dichas pruebas a sus motorizados, a pesar de estar totalmente expuestos.
Para Alejandra Dinegro, socióloga e investigadora de la economía de las plataformas digitales, antes de la pandemia, las condiciones laborales de este rubro eran precarias, a la fecha también lo son.
Según la experta, el Gobierno dio permiso a las aplicaciones para que sigan funcionando sin cambiar su trato con los motorizados, ahora no solo ganan menos, sino que tienen que trabajar más.
“Estas empresas se la siguen llevando fácil, pero, ¿Cómo van a asumir alguna responsabilidad si el Estado no asume el control?”, señala Dinegro en referencia al continuo silencio del Ministerio de Trabajo.
De igual modo, la también directora del Observatorio Plataformas Perú —un espacio ciudadano que aspira a ser un punto de referencia para realizar políticas publicas para este rubro—, espera que el ministro Javier Palacios se pronuncie con prontitud.
“Urge que el MTPE se pronuncie. Ya no se tiene que delegar toda la responsabilidad a los municipios y a la Sunafil”, sentencia la especialista.
Es necesario destacar que esta problemática no es de ahora, sino desde mucho antes. La República reportó en dos ocasiones la situación de los trabajadores de estas aplicaciones.
El que reparte se lleva la peor parte
“¿Si no nos protegieron antes, qué nos asegura que ahora sí lo harán?”, cuestionaban sus repartidores en aquel momento.
En aquel entonces, el Gobierno sostuvo que estas apps no podían funcionar debido a su falta de regulación, pero luego cambió su discurso para aceptar protocolos que fueron cuestionados por estar escritos en primera persona (como si las aplicaciones hicieran las reglas en lugar del Gobierno).
Este diario también accedió al informe final del grupo de trabajo del MTPE, que se creó en el 2019 con el fin de evaluar la condición laboral de las personas que prestan servicios no solo en estas apps, sino en todas las plataformas digitales.
Este documento fue ignorado para abordar la relación laboral entre app-trabajador y también para reconocer la total desprotección que indican los repartidores.
“Glovo no cumple con protocolos”
El primer sábado de junio este diario recibió la denuncia de Óscar (43) y otros de sus compañeros, quienes acudieron el 1 de este mes al sótano del Estadio Nacional (el centro de control de Glovo), quienes señalaron que no pasaban por la desinfección correspondiente.
“Parece una discoteca. Todos estamos juntos. Lo de la desinfección es ‘finta’ porque varios salimos a trabajar sin hacerlo”, comentó uno de sus compañeros en aquel tiempo.
El reclamo de la relación laboral no es de ahora, viene desde hace un año. Para los motorizados, lo establecido por el Gobierno no se acata. “Glovo no cumple con los protocolos, su seguro contra la Covid-19 es una mentira”, concluyeron sus propios repartidores en junio de este año.
Ni Cáceres ni Ruggiero tuvieron un plan
Es necesario resaltar cómo es que las gestiones anteriores han evadido o no han dado respuestas concretas para tratar la problemática de las y los motorizados de estas aplicaciones.
Este diario recurrió a la exministra de Trabajo, Sylvia Cáceres, pero nunca recibimos respuesta.
Asimismo, nos dirigimos a su sucesor, Martín Ruggiero, quien dijo que el MTPE no ignoraba el informe mencionado párrafos arriba y que su cartera estaba “permanentemente alerta al funcionamiento del mercado de trabajo y a la identificación de oportunidades de mejora para generar mayor trabajo decente”. Aunque solo fueron palabras, mas no acciones.