Moquegua en la punta y Arequipa cae en índice de competitividad
Si un empresario quisiera invertir en las regiones del sur elegiría a Moquegua y no a Arequipa cuya competitividad, según el Incore, anda mal, sobre todo, en lo institucional, en este pilar cayó del puesto 13 al 24.
Con datos de 2019 Moquegua se convirtió en la segunda región más competitiva del país. Atrás quedó Arequipa que ostentaba ese lugar. En primer lugar figura Lima.
Los resultados corresponden al Índice de Competitividad Regional (Incore 2020) elaborado por el Instituto Peruano de Economía (IPE). El estudio da un panorama de cómo marchan las regiones en salud, educación y economía. El economista Fernando Gonzales del IPE dice que este instrumento no solo es una guía para los empresarios que quieran invertir sino que ayuda a las autoridades locales a identificar sus problemas.
El Incore mide a las 25 regiones del país, en base a seis aspectos: entorno económico, la infraestructura, salud, educación, el laboral y las instituciones.
Moquegua escaló al segundo lugar gracias a que en 2019 mejoró su desempeño en lo institucional y salud.
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Esto último puede parecer paradójico. Durante la pandemia, los médicos de esa región denunciaron varias deficiencias para enfrentar el coronavirus.
El economista Fernando Gonzales explicó que en salud no necesariamente se midió la capacidad de respuesta del sistema, se tomaron en cuenta aspectos como la vacunación cuya cobertura alcanzó 85.2% a niños menores de 3 años. También partos: 98.7% se atendió en un establecimiento de salud por personal calificado. La esperanza de vida al nacer en Moquegua también es alta.
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En lo institucional, se tomó en cuenta que Moquegua es la primera región con el menor número de homicidios por cada cien mil habitantes. El índice, 3.6 por cada 100 mil personas. Hay una menor percepción de inseguridad de noche.
Arequipa anda mal
La región mistiana fue desplazada al cuarto lugar en competitividad, está ubicada después de Tacna.
Su descenso obedece a una abrupta caída en lo institucional y descensos en el pilar educativo y el de salud.
Gonzales explicó que la mayor caída fue en lo institucional, pasó del puesto 13 al 24, es decir al penúltimo lugar. Una de las razones es que, en general, el 2019 fue el primer año de gestión para las autoridades regionales y locales. No tuvieron capacidad de inversión pública, en Arequipa apenas se ejecutó el 54.4% del dinero para inversión.
Otro aspecto que contribuyó a la abrupta caída es la percepción de la gestión pública del gobernador regional Elmer Cáceres Llica. Gonzales explicó que, en base a la Encuesta Nacional de Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática, se identificó que solo el 15.6% de la población adulta considera que la gestión de esta autoridad es buena o muy buena. Es uno de los peores indicadores.
Salud también empeoró pues disminuyó la cobertura de personal médico, pues hay 16 médicos por cada 10 mil habitantes. El economista detalló que para este indicador se toma al total de médicos que están colegiados en la región. Un aspecto interesante es que el número total de galenos colegiados en Arequipa disminuyó en el 2018 con respecto al 2017. En el 2017 se colegiaron 5 512 y en el 2018 fueron 2 195. De esta forma Arequipa ha quedado relegada al cuarto lugar.
Indice de competitividad
Apurímac mejoró por empleos formales
Esta región fue la que más mejoró en el índice de competitividad, pues pasó del lugar 20 al 16. Su ascenso obedece a que fue la región donde más empleos formales se crearon en los últimos tres años (para este pilar se cogen datos de los últimos tres años). “Se explica en gran medida por la inversión minera que hubo desde el 2016”, señaló González.
A su vez, hubo una reducción en la brecha de los ingresos laborales entre hombres y mujeres. Hay una mayor paridad.
Tacna, por su parte, es la tercera región más competitiva. También jugó a su favor la creación de puestos laborales formales. Sin embargo, aquí sí se percibe un incremento en la diferencia en los ingresos que perciben hombres y mujeres.
Entre tanto, Puno es la segunda región menos competitiva del país, tiene malos indicadores en educación e instituciones.