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Economía

Siete de cada diez pescados no son realmente los que le ofrecen

Estudio. Comerciantes venden la lisa como si fuera lenguado –el cual puede llegar a costar hasta S/ 135 el kilo–, pero su costo real es de S/ 5 el kilo. Problema se evidencia también en restaurantes.

Ordenamiento pesquero.
Ordenamiento pesquero.

Christian Alcalá

Cuando uno se dirige al mercado o a un supermercado a realizar las compras para el almuerzo, va con la esperanza de llevar a su casa productos de calidad; e incluso se hace un esfuerzo para pagar un poco más por un mejor producto. El mismo escenario pasa cuando se decide por comprar pescado, ya que cada especie tiene un precio distinto. Sin embargo, en esta compra, hay muchas probabilidades de que el producto que solicitaste no sea el correcto.

El último informe elaborado por Oceana Perú y ProDelphinus demuestra que la sustitución en la venta de pescado en la costa peruana (Piura, Chiclayo y Lima) llega al 72%, es decir, 7 de cada 10 pescados no son los que ofrecen los comerciantes al público.

“Lo que se aprecia es que la gente no sabe lo que compra. En el norte es común que confundan el pescado cabrilla con el falso volador y la diferencia de precios es abismal, casi la quinta parte del falso volador”, menciona Juan Carlos Riveros, director científico de Oceana Perú, quien dice que la sustitución es también un mecanismo que se usa para camuflar la pesca ilegal.

Impacto económico

Este fraude en la comercialización del pescado, sin duda, afecta directamente al bolsillo de los consumidores, ya que están pagando un precio que no corresponde.

Por ejemplo, el kilogramo de lenguado que puede costar hasta S/ 135 en un supermercado, en realidad es lisa que cuesta S/ 5 el kg. Lo mismo sucede con la corvina, que tiene un precio de S/ 49 el kilo, pero en realidad es perico y cuesta S/ 12.

Por su parte, Joanna Alfaro, directora de ProDelphinus, indica que este problema “impacta en la economía del consumidor. Pero también atenta contra la sostenibilidad de nuestro mar, ya que permitiría el lavado de la pesca ilegal”.

Dicha sustitución sin duda afecta también a los pescadores y comerciantes de pescado que respetan y siguen las reglas.

Mayor incidencia

El estudio que se hizo con base en 225 muestras en 39 puntos de ventas de las tres ciudades mencionadas arrojó que los mercados distritales y los restaurantes son los lugares donde se encuentra una mayor sustitución de este producto.

Ante ello, La República recorrió algunos mercados distritales, entre ellos el de Miraflores, en compañía de la directora de ProDelphinus, quien mencionó que la sustitución de pescado se puede producir cuando se compra filete, ya que resulta más complicado diferenciar las especies en ese estado, a excepción de algunas como el salmón y la trucha que tienen un color particular.

En tanto, en los restaurantes se analizaron 159 muestras de platos que contenían pescado, en donde en 118 se mostró que no era el que ofrecía la carta. En este caso, el mejor camuflaje para la sustitución de pescado fue nuestro plato bandera: el cebiche.

Pero ¿esto a qué se debe? Riveros indica que "el vacío de información y la falta de mecanismos para el control en la cadena de comercialización hacen de este un problema complejo. Necesitamos implementar un sistema para una identificación específica de las especies a lo largo de esta ruta, lo que se conoce como trazabilidad".

Al respecto, Alfonso Miranda, exviceministro de Pesquería, señala que “esta es una realidad que pasa en nuestro país y no solo con el pescado, sino con cualquier producto”.

Asimismo, Miranda sostiene que la solución sería realizar constantes monitoreos y a la vez sancionarlos si se detecta este fraude en los establecimientos que venden pescados.

“Es un trabajo conjunto con la Dirección de Fiscalización y Sanción del Ministerio de la Producción, Sanipes y las autoridades municipales”, asevera Miranda.

También con pescados importados

El fraude no solo viene de los que comercializan pescado de nuestro país, sino también ocurre con lo que se importa de otros países, esto debido a que llegan al Perú con un exceso de agua, menciona Miranda Eyzaguirre.

“Los pescados que se importan vienen con un exceso de glaseo. El pescado que traen de Vietnam o China, como la tilapia, viene con un porcentaje de agua en exceso, casi el 50%. El ama de casa que junta su dinero para darle lo mejor a su familia compra uno de estos pescados, pero luego se da cuenta de que tiene que botar la mitad”, dijo el exviceministro de Pesquería.

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