Economía

No solo desempleo: informalidad es más alta en las mujeres

Brecha. Esta realidad de menor tasa de ocupación y formalidad laboral frena las posibilidades de desarrollo de las mujeres, por ejemplo, a través del acceso al crédito.

Alto índice. El 76% de mujeres que trabajan es informal.
Alto índice. El 76% de mujeres que trabajan es informal.

Por Guillermo Westreicher H.

La equidad de género es una deuda pendiente en el Perú. Según el Informe de Desempeño Social 2018 de la Fundación Microfinanzas del BBVA, el desempleo entre las mujeres (Población desocupada entre la fuerza laboral) cerró en 4,3% el año pasado. Sin embargo, dicho indicador en los hombres llegó a 3,5%.

Es decir, la brecha fue de 0,8 puntos porcentuales, ampliándose respecto al 2017, cuando la diferencia fue de 0,6.

Pero eso no es todo. El 76% de las mujeres que trabaja es informal, mientras que ese porcentaje solo llega a 69,5% entre los hombres.

Es decir, la población masculina tiene mayor probabilidad de conseguir un trabajo con todos los beneficios de la ley.

“Muchas mujeres desarrollan negocios desde su casa y por eso son informales. Deben quedarse cerca de su hogar por los compromisos que han asumido”, explicó Luis Germán Linares, gerente general de Financiera Confianza.

"La brecha es producto de la cultura. Venimos de una tradición donde el desarrollo social ha sido de los hombres. La pobreza se ensaña más son las mujeres y son ellas quienes llevan las responsabilidades reproductivas", añadió el ejecutivo.

En ese sentido, Linares también recordó que de las 30 horas semanales que se requieren de labores domésticas, la mujer desempeña 24. Este tiempo podría invertirlo en alguna actividad económica o profesional.

“Una de las formas más efectivas de cerrar la brecha laboral es que los hombres compartan más la carga de la familia con las mujeres”, indicó Natalia Manso, profesora de Pacífico Business School.

Además, señaló la experta, también debe tomarse en cuenta que existe en el país una gran cantidad de madres solteras o sin pareja que sustentan la economía de sus hogares.

Dado el contexto descrito, surge un grave problema: las mujeres informales tienen una menor probabilidad de acceder a financiamiento, por ejemplo, para un emprendimiento. Así, se configura una especie de círculo vicioso que no las deja salir de la pobreza.

“Si tus ingresos son bajos, y encima no puedes justificarlos con documentos porque estás en la informalidad, será muy complicado que te presten. Entonces, solo te quedará pedir dinero a una entidad no regulada que además te cobrará una tasas de interés exorbitante”, advirtió Manso.

En este punto cabe notar otro problema que trae como consecuencias pérdidas económicas: la violencia de género, que significa una pérdida de productividad.

“En marzo de este año se presentó un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sobre una encuesta en Villa El Salvador y reveló que por la alta tasa de violencia se producen 20 días hábiles de trabajo perdidos al año, casi un mes, porque la víctima deja de laborar”, dijo Manso.

Para la investigadora, esta brecha de género solo podrá ir cerrándose en el largo plazo si se trabaja desde la escuela. “Hay muchos detractores al enfoque de género, pero no es más que enseñarles a los niños que las tareas del hogar deben compartirse entre hombres y mujeres. Desde la infancia debe normalizarse eso”, sostuvo.

Las cifras

Fue 28,4% el porcentaje en el que el sueldo de los hombres superó al de las mujeres en Lima en el 2018.

Además, 22.500 mujeres se sumaron a la fuerza laboral en Lima el año pasado, según INEI.

Brecha de género en cifras

Mientras que la tasa de actividad (que es la porción de la población de 15 años o más que está laborando o buscando un trabajo) para los hombres fue del 81%, para las mujeres se ubicó en 64% al cierre del 2017, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

El porcentaje de adultos no bancarizados llegó a 66% entre las mujeres, mientras que en el caso de los hombres fue de 49% al 2017, de acuerdo con datos del INEI.

La violencia contra la mujer genera pérdidas de US$ 6.7 millones al año en el Perú, según un estudio del 2013 de la Universidad San Martín de Porres y la Cooperación Internacional al Desarrollo GIZ.

Brecha de género

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