Conoce 6 trucos para evitar los gases que provocan las legumbres y comerlas sin preocupaciones
Las legumbres, aunque nutritivas, pueden causar gases e hinchazón. Este artículo explora métodos efectivos para reducir estas molestias y disfrutar de tus platos favoritos con comodidad.
Por Camilo Cesarino
Las legumbres son una fuente esencial de proteínas y fibra, pero su consumo a menudo se asocia con la producción de gases. Para contrarrestar esto, existen varios trucos culinarios y prácticas de preparación que pueden ayudar a minimizar este inconveniente.
Estrategias para minimizar los gases al consumir legumbres
1. Remojo prolongado: Las legumbres, como lentejas y frejoles, se deben remojar por un tiempo extendido, idealmente durante 24 horas. Esto facilita una digestión más suave al reducir los oligosacáridos, responsables de la producción de gases.
2. Uso de bicarbonato de sodio: Añadir una cucharada de bicarbonato de sodio al agua de remojo puede ser muy efectivo. Este compuesto alcalino ayuda a descomponer los azúcares complejos que suelen provocar gases, además de acelerar el proceso de cocción.
3. Cocción en olla de presión: Utilizar una olla a presión puede reducir significativamente los tiempos de cocción y mejorar la digestibilidad de las legumbres; así minimizan la producción de gases.
4. Incorporación de especias: Especias como el comino, hinojo, tomillo y romero no solo enriquecen el sabor de las legumbres, sino que también facilitan la digestión y pueden ayudar a reducir los gases. Estas especias estimulan el aparato digestivo y previenen la acidez.
5. Cambio del agua de cocción: Algunos expertos recomiendan cambiar el agua de cocción una vez que las legumbres hayan empezado a hervir. Esto puede ayudar a eliminar aún más oligosacáridos y reducir la formación de gases.
6. Alternativas de consumo: Consumir legumbres en formas alternativas, como pastas de lenteja roja o guisantes, que generalmente vienen sin piel, puede también disminuir los gases, al ser más fáciles de digerir.
Implementar estas técnicas al preparar legumbres puede marcar una diferencia significativa en cómo tu cuerpo las procesa, lo que permite disfrutar de sus beneficios nutricionales sin las molestias asociadas a la formación de gases. La clave reside en la preparación adecuada y el conocimiento de los métodos que facilitan su digestión.
Incluir legumbres en la dieta diaria enriquece la variedad culinaria y apoya la salud a largo plazo. Foto: The Objective
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Beneficios nutricionales de consumir legumbres
Las legumbres no solo son conocidas por su versatilidad y economía, sino que también ofrecen múltiples beneficios para la salud. Estos alimentos son una fuente excelente de proteínas vegetales, porque proporcionan los aminoácidos esenciales necesarios para el crecimiento y reparación del cuerpo. Además, son ricas en fibra, lo que ayuda a mejorar la digestión y contribuye a una sensación prolongada de saciedad, para apoyar así la gestión del peso.
Ricas en vitaminas y minerales, las legumbres aportan nutrientes claves, como el hierro, que es crucial para la formación de glóbulos rojos y el transporte de oxígeno en el cuerpo. También contienen magnesio, potasio y zinc. Estos elementos desempeñan roles vitales en diversas funciones corporales, desde la salud ósea hasta la función inmune.
Además, el consumo regular de legumbres puede tener efectos positivos en la salud del corazón. Están asociadas con un menor riesgo de enfermedades cardíacas, gracias a su capacidad para mejorar los niveles de colesterol y reducir la presión arterial. Su alto contenido de fibra y complejo de nutrientes también puede contribuir a la estabilización de los niveles de glucosa en sangre, lo que es especialmente beneficioso para las personas con diabetes.
