El día que Flash cambió DC para siempre: sin payasadas ni penosos efectos ni Ezra Miller
"Acepta las cosas que no puedes cambiar, ten el valor para cambiar las que puedes y ten la sabiduría para poder diferenciarlas": la lección más grande de Barry Allen.
"Flashpoint", el cómic escrito por Geoff Johns y dibujado por Andy Kubert, se ha convertido en la historia más popular del 'Velocista escarlata' en sus 84 años de vida. Cada versión suya en la pantalla se ha adaptado con mayor o menor éxito, pero todas comparten una misma premisa: Barry Allen viaja al pasado para salvar a su madre, quien murió asesinada cuando él apenas era un niño, reescribiendo la línea del tiempo tal y como la conocemos. Así es como él despierta en una realidad alternativa completamente diferente.
El caso más reciente es "The Flash", la película dirigida por Andy Muschietti y protagonizada por Ezra Miller. Un desastre si consideramos que tardó más de 30 años en materializarse y que es el primer filme del superhéroe en el cine. Un desacierto por enmarcar la historia de "Flashpoint" en un producto tan tarado, lleno de bufonadas, tristes efectos especiales, desarrollo precipitado y un irritante Ezra Miller. Una pena porque supone un antes y después del DCEU a cargo de James Gunn con pronóstico desafortunado.
Por suerte para los fans del superhéroe, el universo animado de DC siempre ha sacado cara por sus cómics y "Flashpoint: la paradoja del tiempo" no fue la excepción. Esta cinta llegó hace 10 años y, aunque no fue exhibida en cines, nos queda claro que era la que merecía disfrutarse en pantalla grande.
"Flashpoint: la paradoja del tiempo"
Un día, Barry Allen despierta y descubre que se halla en una realidad diferente a la que conocía. Él nunca se convirtió en Flash, la Liga de la Justicia no existe, Superman fue capturado por el ejército, Bruce Wayne murió y su padre se convirtió en Batman, mientras que Aquaman y Wonder Woman lideran una guerra que tiene al mundo al borde del colapso... Sin duda, el efecto mariposa más grande de DC, puesto que no solo cambia el presente y futuro, sino también el pasado.
A diferencia de otros eventos grandes con varios personajes que se alinean a los intereses de la trama, “Flashpoint: la paradoja del tiempo” tiene la ventaja de tener un mundo completamente nuevo para moverlos a libertad. La historia es entretenida de inicio a fin, de precisa duración para lo que quieren contar, ritmo ágil, atractivo contexto apocalíptico, fácil visionado, variantes divertidas, momentos memorables y adiciones interesantes al canon.
En general, podría decirse que estamos ante un blockbuster que balancea correctamente la espectacularidad y lección. "Acepta las cosas que no puedes cambiar, ten el valor de cambiar las cosas que puedes y ten la sabiduría para conocer la diferencia", una cita exclusiva de la versión animada que engloba bien toda esta travesía.
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El acto supremo de egoísmo de Flash
Al final del film, Flash descubrió que él mismo creó ese mundo distópico como consecuencia de haber salvado a su madre. "La extrañabas. Y en un acto supremo de egoísmo, hiciste añicos la historia como un aficionado", le increpó el profesor Zoom. Aunque es fácil simpatizar con este pesar y deseo de recuperar un ser querido, es difícil aceptar su decisión. Por supuesto, detrás de todo poderoso hay un ser humano vulnerable y capaz de equivocarse. Sin embargo, estamos ante un superhéroe que debería estar familiarizado con los viajes en el tiempo, efectos mariposa, mundos alternos, paradojas, así como consciente de sus peligros.
En cambio en los cómics, "Flash: rebirth" nos presentó a un Barry Allen con problemas existenciales y absorto por cerrar el caso de su difunta madre. "Alterar el pasado se supone que es imposible, de acuerdo con cada regla que conocemos", nos recalca el tebeo, dejando en claro que para él esto era un territorio nuevo en la práctica cuanto menos. Además, Zoom le había revelado que esta vida nunca fue la suya realmente, sino que él la creó alterando su pasado. Por estas cirscunstancias e inexperiencia, es que el 'Velocista escarlata' decide corregir su mundo mas no alterarlo como su enemigo. Aunque es una decisión reprochable, es más comprensible que la de su contraparte animada.
En cuanto al DCEU, "The Flash" nos muestra una versión del superhéroe más joven e inmadura. Su padre, inculpado por el homicidio, aún está con vida y el juicio está en marcha, por lo que su deseo de esclarecer el caso es aún más potente. Asimismo, apenas ha descubierto su capacidad de viajar en el tiempo, por lo que comete la irresponsable -pero verosímil- decisión de salvar a su mamá. Para ser una primera película individual del superhéroe en live action, esta debió ser la primera gran lección que debía aprender. Aunque claro, la ejecución terminó siendo estripitosa.
Crisis en DC Comics: "Flashpoint"lo cambió todo
"Flashpoint" es una saga de cómics, escrita por Geoff Johns y dibujada por Andy Kubert. Foto: DC Comics
Lo que varios lectores desconocen es que "Flashpoint" fue engendrado originalmente para ser una historia independiente de Flash, pero DC Comics vio este tebeo como la oportunidad perfecta para convertirlo en un evento más grande. Si bien la historia se queda corta en magnitud como una nueva 'crisis' de la editorial, sirve al mismo objetivo: reiniciar nuevamente el canon y relanzar todos los títulos con "The New 52", a fin de renovar a sus personajes y captar nuevos lectores.
No obstante, esta decisión editorial fue realizada a costa de los veteranos hartos de otro Deus ex Machina metido a calzador en un slash page al final del tebeo, así como la poca consideración de no cerrar con respeto 26 años de continuidad.
¿Quién mejor que Flash para llevar esto a cabo? Él siempre havía sido el motor de cambio en el universo DC y quien expandía los horizontes a través del multiverso, aunque varios fans hubieran preferido que se haya quedado dentro de la Speed Force tras "Crisis en tierras infinitas". A diferencia de Green Lantern, el 'Velocista escarlata' no tenía que enmendarse porque había quedado como un mesías que se sacrificó por todos, y no tenía cabida en un mundo donde ya otro había llenado sus botas.