Javier Corcuera: “Hice la película que me dio la gana”
Desde Madrid, habla del rodaje de No somos nada, documental de La Polla Records que se proyecta este 4 y 9 de agosto en el Festival de Cine de Lima.
Por: Ailen Pérez
Lo primero que hizo el cineasta Javier Corcuera al conocer a Evaristo Páramos, líder de La Polla Records, fue proponerle hacer un documental sobre aquella mítica banda de punk que llevaba separada dieciséis años. La respuesta fue un no rotundo. Corcuera había convencido a su amigo y actor español Willy Toledo para que lo llevase a un encuentro que este tendría con Evaristo en Bilbao. El actor iba para colaborar con los coros en una canción del grupo del músico, ‘Gatillazo’, y la única condición para que el cineasta los acompañe en el estudio de grabación era que cantara también. Y lo hizo. Corcuera no supo nada más de Evaristo después de esa tarde. Pero, tres años después, un amigo le hizo llegar un mensaje de parte del músico: la banda se volvía a juntar y quería hacer el documental. El resultado de seis semanas de rodaje por España y América Latina no solo muestra su paso por los escenarios por última vez, sino que es una radiografía de la historia de una cuadrilla de chicos que armó un grupo sin saber tocar ni un instrumento.
–Conoció a Evaristo y Abel, líderes de la agrupación, décadas después de escuchar por primera vez La Polla Recods. ¿Qué impresión le causaron?
–Descubrí que son personas muy sencillas y campechanas que decidieron crear una banda a fines de los años setenta por la necesidad de comunicar algo. Hay una historia de amistad profunda en este grupo que se juntaba en el bar Otxoa a escuchar música junto con Fernandito y Charly, los otros integrantes, porque era uno de los pocos lugares donde podían oír rock.
–¿Qué tan importante fue el bar Otxoa para la banda? Parte del documental se filma ahí.
–De hecho, fue la oficina de contratación del grupo. El mánager era el camarero y cuando quería echarlos porque ya era tarde, les ponía su propia música. A ellos les daba vergüenza y se iban. Ahí crecieron, y no han dejado de ir hasta ahora.
–Imaginó rodar este documental durante años. ¿El resultado fue el que esperaba?
–La película empieza siendo la documentación de la gira de despedida, pero luego se va alejando de esa idea. Para entrevistar a Evaristo íbamos a su pueblo para acompañarlo en sus caminatas diarias por la montaña, y con Abel nos juntábamos en el bar Otxoa. De una manera muy natural se fue convirtiendo en una historia sobre la banda, no se limitó a la gira.
–¿Qué era imprescindible mostrar en ella?
–Como dice Evaristo en una canción: “Todo es una puta broma, todo es de casualidad”. Abel y Evaristo desmitifican la banda, al punk en general. Creo que en mi caso también era importante desmitificar el género documental. La película tenía que ser juguetona e irreverente, como la agrupación, y dejar ver sus costuras. Me pareció lo más coherente.
Corcuera explica que la cinta se fue convirtiendo "de una manera muy natural" en una historia sobre la banda que no se limitó a la gira. Foto: La Polla Records Oficial/Facebook
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–Es la primera vez que mezcla animación en una película documental.
–Sí, lo pensé desde el principio. La propuesta audiovisual incluye secuencias animadas a cargo de Manuel Viqueira, que recogió la estética fanzine de la banda e imágenes de su discografía para recrear algunos fragmentos de la trama, como el viaje a Perú.
–¿La banda sugirió alguna idea?
–Evaristo quería que aparezca su madre, Pilar, que nunca lo había visto parado sobre un escenario en cuarenta años de carrera. La terminó convenciendo para ir al concierto en Bilbao. Aparte de eso, el único comentario que me hizo fue que el punk consistía en hacer lo que te dé la gana, entonces yo hice la película que me dio la gana.