Ciencia

La extraña ‘luna negra’ del 30 y 31 de diciembre: justo en la noche de Año Nuevo

Aficionados de la observación astronómica aprovechan un evento así para observar planetas, constelaciones y meteoros en todo su esplendor.

Para una mejor observación de las estrellas se recomienda ir a lugares libres de contaminación lumínica. Foto: Freepik
Para una mejor observación de las estrellas se recomienda ir a lugares libres de contaminación lumínica. Foto: Freepik

Luego de un año con superlunas, eclipses y otros eventos astronómicos, una 'luna negra' llegará en las noches del 30 y el 31 de diciembre. Esta es una inusual ocasión en que la fase de luna nueva ocurre por segunda vez en un mes y, ahora, coincide con las celebraciones de año nuevo. Durante las horas de este suceso, el cielo está libre de luz lunar, por lo que permite la apreciación de fenómenos celestes.

Con un cielo más oscuro, quienes disfruten de esta fecha desde ubicaciones con poca contaminación lumínica podrán admirar planetas brillantes como Venus, Saturno y Marte, además de constelaciones icónicas y hasta meteoros provenientes de lluvia de estrellas.

La 'luna negra' de 2024

El término “Luna Negra” describe a la segunda luna nueva que ocurre dentro de un mismo mes calendario, un evento que se da aproximadamente cada 29 meses. Este fenómeno astronómico es el contrapunto de la conocida 'luna azul', la cual corresponde a la segunda luna llena dentro de un mes. Aunque no es un término oficial en astronomía, su uso se ha popularizado debido a su singularidad.

Durante la fase de luna nueva, el satélite natural de la Tierra se encuentra entre nuestro planeta y el Sol, lo que impide que su cara iluminada sea visible desde la Tierra. En consecuencia, el cielo queda más oscuro, creando condiciones óptimas para la observación de objetos celestes tenues.

La Luna Negra del 30 y 31 de diciembre se producirá a las 4:26 p.m. CST (22:26 UTC) del día 30. Dependiendo de la ubicación, podrá considerarse que ocurre en la noche del 30 en América o durante el 31 en Europa, África y Asia. Este fenómeno es también significativo porque precede al inicio de la lluvia de meteoros Cuadrántidas, que alcanzará su pico el 2 y 3 de enero de 2025.

¿Qué planetas se verán en la noche de luna negra?

Justo después del atardecer del 30 de diciembre, Venus resplandecerá cerca del horizonte occidental. Según el portal especializado EarthSky, este planeta podría confundirse fácilmente con un objeto artificial debido a su intenso brillo.

En la misma región del cielo, Saturno se posicionará un poco más arriba, con un tono dorado característico. Al mirar hacia el Este, Júpiter será visible como un punto brillante destacado en la constelación de Tauro, cerca de una estrella rojiza que sirve como referencia. Marte, con su característica tonalidad rojiza, surgirá en el horizonte oriental poco después de la caída de la noche.

Desde diferentes regiones del mundo, estas vistas variarán ligeramente. En el hemisferio norte, los planetas serán más visibles gracias a cielos despejados típicos del invierno, mientras que en el hemisferio sur las noches serán más cortas debido al verano.

Oportunidad para ver las estrellas

Durante la "luna negra" del 30 de diciembre, se podrán observar varias constelaciones destacadas, especialmente en el hemisferio norte. Según el artículo de Space.com, Orión, el Cazador, será una de las principales protagonistas. Esta constelación aparecerá justo sobre el horizonte oriental alrededor de las 6 p. m. y es fácil de reconocer por las tres estrellas alineadas que forman su cinturón. Junto a Orión, se encuentra Tauro, el Toro, visible al oeste y al norte, con su estrella más brillante, Aldebarán, de un característico color naranja.

En el hemisferio sur, durante la misma noche, se apreciará a Orión pero "al revés", ya que las estrellas de su cinturón estarán sobre Betelgeuse. Según el portal especializado, también serán visibles Puppis, Carina y Vela, que forman parte de la antigua constelación del Argo Navis, vinculada al mito de Jasón y los Argonautas. Además, destaca la Cruz del Sur, que desde latitudes como Buenos Aires permanecerá baja en el cielo, pero nunca se oculta.