Ciencia

La mancha fría del Atlántico: la enigmática zona que se enfría mientras los océanos se calientan

Una anomalía permanece en el mapa desde hace años. Un nuevo estudio explica este fenómeno.

La mancha azul se ubica cerca de Canadá y Groenlandia. Foto: NASA
La mancha azul se ubica cerca de Canadá y Groenlandia. Foto: NASA

Las temperaturas de los océanos alcanzaron un récord de calentamiento en los últimos meses. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), llegaron a 21,1 grados jamás registrados. Sin embargo, una zona en el Atlántico Norte se mantiene fría y cada vez más, pese a sus alrededores. En un mapa global es evidente, dado que es la única mancha azul en medio de colores rojos y naranjas extendidos por la Tierra.

La enigmática mancha azul es conocida como blob frío y fue detectada por la NOAA en 2015. La explicación que se le atribuía al fenómeno era una desaceleración en el sistema de la Corriente Circular del Atlántico (AMOC), encargada de regular la temperatura del océano a partir del traslado de aguas cálidas hacia el norte y frías hacia el sur. No obstante, un reciente estudio descubrió otro motivo.

Entre 2013 y 2015 se hallaron indicios del área que se mantenía fría pese al calentamiento de los océanos. Foto: IPCC

Entre 2013 y 2015 se hallaron indicios del área que se mantenía fría pese al calentamiento de los océanos. Foto: IPCC

La investigación a cargo de un equipo internacional dirigido por la Universidad de Pensilvania indica que el cambio en la circulación atmosférica, principalmente en la Oscilación del Atlántico Norte (NAO), también cumple un importante rol para ocasionar la baja temperatura en dicha zona.

“El cambio en la circulación atmosférica es lo suficientemente significativo como para inducir un impacto a largo plazo en el sistema climático”, afirmó Laifang Li, especialista en meteorología y ciencia atmosférica —coautora del estudio—, para un comunicado oficial de la Universidad de Pensilvania.

Cómo enfriar un café con una cucharita

En dicho estudio, publicado en la revista Climate Dynamics, los especialistas afirman que un cambio hacia el norte en la corriente atmosférica está contribuyendo a un enfriamiento alrededor de 0,7 grados Fahrenheit durante el siglo pasado.

A partir de ello, se encontró que más de la mitad (54%) del enfriamiento observado es resultado de una pérdida de calor impulsada por la atmósfera. Entonces, mientras la oscilación del Atlántico Norte (NAO) aumenta, se intensifica el viento superficial en el área y la enfría.

“Cuando queremos enfriar una taza de café caliente, revolvemos la superficie y eso promueve la pérdida de calor. Eso es exactamente lo que la intensificación del viento le hará a la superficie del océano: proporciona un efecto de enfriamiento directo”, recalcó Li.

Cabe mencionar que los especialistas resaltan que los hallazgos no desestiman el papel de los procesos oceánicos, sino que resaltan que la circulación atmosférica debe considerarse como un factor de enfriamiento igual de importante en futuros estudios.