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Ciencia

El árbol genealógico más completo de la especie humana revela gran parte de su historia

A inicios de año, un equipo de científicos diseñó la mayor genealogía de la humanidad, la cual muestra cuándo y dónde surgieron nuestros ancestros por primera vez.

El árbol genealógico, construido a partir de miles de genomas humanos, nos permite conocer la evolución y el desplazamiento de nuestra especie a través de la historia. Foto: captura de Youtube / Wilder Wohns (2022)
El árbol genealógico, construido a partir de miles de genomas humanos, nos permite conocer la evolución y el desplazamiento de nuestra especie a través de la historia. Foto: captura de Youtube / Wilder Wohns (2022)

En febrero de 2022, un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT) y las universidades de Oxford, Harvard y Viena reveló el árbol genealógico más completo de nuestra especie, los Homo Sapiens.

Este esquema ancestral fue diseñado por un algoritmo que analizó miles de genomas de humanos modernos y prehistóricos. Tras enfocarse en algunas mutaciones genéticas en específico, la tecnología logró reconstruir los genomas de nuestros antepasados y predecir cuándo y dónde aparecieron por primera vez.

El inmenso mapa también descubrió patrones de migración previamente desconocidos que deberían confirmarse con el registro arqueológico. El estudio fue publicado en la prestigiosa revista Science.

Árbol genealógico del Homo Sapiens

En este mapa, cada línea representa una relación ancestro-descendiente inferida de genomas modernos y antiguos. El ancho de una línea corresponde a cuántas veces se observa la relación y su color según la edad estimada del antepasado. Foto: Wohns et. al (2022).

Un mapa ancestral

Los genetistas compilaron 3.609 genomas individuales de 215 poblaciones actuales y antiguas del mundo, que fueron extraídas de ocho bases de datos genéticos.

Del grupo de genomas antiguos, tres de ellos pertenecían a neandertales, uno a un denisovano y cuatro a una familia de Siberia que vivió hace unos 4.600 años.

En cuanto a los genomas de los primeros fósiles de los sapiens, la mayoría provienen de África, pero se han descubierto pocos. Los más antiguos corresponden a uno de 315.000 años, descubierto en Marruecos (norte del continente), y otro de 233.000 años, en Etiopía (este del continente).

El equipo se centró en fragmentos de ADN que varían de una persona a otra. Identificaron 6 412 717 variantes y trataron de averiguar cuándo y dónde surgió cada una.

Para lograrlo, observaron 3.589 muestras adicionales de ADN antiguo que no eran lo suficientemente buenas como para incluirlas en el árbol, pero que al final arrojaron luz sobre cuándo surgieron las variantes.

Al finalizar el cruce de toda la información, la red contenía casi 27 millones de antepasados. Sus resultados pueden verse en el siguiente vídeo.

Primeros viajes

El gigantesco árbol genealógico también contiene indicios de las primeras grandes migraciones de nuestra especie.

Por ejemplo, sugiere que los humanos modernos vivieron en Papua Nueva Guinea hace 140.000 años y en América del Norte hace 56.000 años.

De corroborarse dicha información con los restos arqueológicos, los libros de historia deberían reescribirse, ya que, de acuerdo con el registro fósil, se estima que sus visitas fueron 100.000 años y 18.000 años antes, respectivamente.

Los científicos creen que hay tres posibles explicaciones para este dilema. La primera es que sus datos estén equivocados. La segunda refiere a que nuestros ancestros realmente estuvieron en estos lugares desde muy temprano y la tercera es más compleja.

Las primeras personas que vivieron en las Américas procedían del este de Asia, y es posible que la población de la que procedían se haya extinguido en Asia. Ello significaría que las variantes genéticas de aspecto estadounidense más antiguas son en realidad de seres que vivieron en el continente asiático, pero los únicos individuos vivas con esas variantes en la actualidad están en América del Norte, lo que descarta el análisis.

Aunque el mapa genealógico ya es un recurso extremadamente rico, el equipo de investigación planea hacerlo aún más completo al continuar incorporando datos genéticos a medida que estén disponibles. Debido a que las secuencias de árboles almacenan informaciones de una manera muy eficiente, el conjunto de estas podría acomodar fácilmente millones de genomas adicionales.