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Ciencia

Conoce a la especie que no tiene sexo desde hace 250.000 años

Un análisis genético revela que este singular saltamontes “renunció” al apareamiento y comenzó a reproducirse por clonación.

Warramaba virgo es una rara especie que practica la partenogénesis, una forma de reproducción asexual en la que los embriones surgen de óvulos no fertilizados. Foto: Jacinta Kong
Warramaba virgo es una rara especie que practica la partenogénesis, una forma de reproducción asexual en la que los embriones surgen de óvulos no fertilizados. Foto: Jacinta Kong

Warramaba virgo, una especie australiana de saltamontes, “renunció” al sexo hace unos 250.000 años y su evolución causó que se reproduzca solamente mediante la clonación, indica un artículo publicado en Science.

Este insecto, cuyos ejemplares son siempre femeninos, habita en zonas áridas del sur de Australia y es una rara especie que practica la partenogénesis, debido a que sus óvulos pueden convertirse en embriones sin la necesidad de ser fecundados por espermatozoides.

Según los análisis de los científicos, W.virgo fue el singula resultado de un cruce entre dos especies de saltamontes hace 25.000 años. Foto: Jacinta Kong

Según los análisis de los científicos, W.virgo fue el singula resultado de un cruce entre dos especies de saltamontes hace 25.000 años. Foto: Jacinta Kong

La “renuncia” al sexo en las especies partenogenéticas se vincula al gran coste de energía durante el apareamiento y el riesgo a ser devorados por sus depredadores. Por esa razón, “la eliminación de los machos elimina estos riesgos”, apunta el biólogo Michael Kearney, autor principal del estudio, junto con su compañero Ary Hoffmann, ambos de la Universidad de Melbourne.

Los autores analizaron más de 1.500 marcadores moleculares y concluyeron que el origen de las W. virgo se debe a un híbrido producido hace miles de años entre dos especies sexuales de saltamontes autóctonos, la Warramaba whitei y la Warramaba flavolineata.

“Solo un apareamiento híbrido entre Whitei y Flavolineata fue el responsable de producir virgo en primer lugar, hace unos 250.000 años, una estimación que basamos en el número y la naturaleza de las mutaciones que se habían acumulado en la especie partenogenética”, de acuerdo al estudio.

Como el sexo sirve para “recombinar” los genes, su ausencia puede provocar una acumulación de malas mutaciones genéticas que impide que las especies partenogenéticas puedan adaptarse a un medio ambiente cambiante, así como a la presencia de nuevos parásitos.

El saltamontes Warramaba virgo (W. virgo) se reproduce asexualmente. Foto: Michael Kearney.

El saltamontes Warramaba virgo (W. virgo) se reproduce asexualmente. Foto: Michael Kearney.

La Warramaba virgo, por ejemplo, carece de algunas ventajas de sus antecesoras, como la tolerancia al calor y al frío, el número mayor de huevos que ponen, el mayor tamaño de sus huevos, el menor tiempo que tardan en madurar y la duración de su vida.

Sin embargo, un dato curioso es que su descendencia femenina crece más rápido que la de otras especies de saltamontes que se reproducen sexualmente.

Con información de EFE