El peligro del cadmio, un metal tóxico que se adhiere muy fácil a los alimentos
¿Cómo llega al medioambiente? ¿Cuánto es lo máximo que puede entrar en nuestro cuerpo de forma segura? Todo lo que debes saber sobre este elemento químico.
Recientemente se dio a conocer el retiro de un lote de paltas peruanas en los Países Bajos por tener niveles de cadmio por encima del permitido. La medida se produce apenas meses después de que la Unión Europea estableciera límites más estrictos para los niveles de metales tóxicos permitidos en los productos alimenticios.
Según el Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos, las paltas peruanas contenían cadmio en una proporción de 0,054 miligramos (mg) por cada kilogramo (kg), mientras que el nivel máximo permitido es 0,05 mg/kg.
Ante esta noticia, trataremos de despejar tus dudas sobre este metal y su potencial amenaza para la salud humana.
¿Qué es el cadmio?
El cadmio (Cd) es un metal pesado (altamente denso) que se encuentra naturalmente en la corteza terrestre. Normalmente se extrae junto con otros metales, como el zinc, plomo o cobre, dado que está asociado con estos.
Se usa principalmente en las baterías, y en menor medida en pigmentos, recubrimientos electrolíticos y estabilizadores para plásticos.
¿Cómo llega el cadmio al ambiente y los alimentos?
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, el cadmio es liberado al medioambiente durante la extracción y refinación de metales no ferrosos, la manufactura y aplicación de abonos de fosfato, el uso de combustibles fósiles, y la incineración de basura.
Asimismo, puede acumularse en organismos acuáticos y en cosechas agrícolas.
- En el aire: se encuentra en forma de partículas o vapores. Puede ser transportado largas distancias por la atmósfera hasta ser depositado sobre la superficie del suelo el del agua.
- En el suelo: puede movilizarse en este entorno, pero su movilidad depende de varios factores. Uno de ellos es la materia orgánica —como las plantas— a la cual se adhiere fuertemente. De ese modo, se puede incorporar a los productos agrícolas y entrar a la cadena alimenticia.
- En el agua: como compuesto iónico asociado a otras sustancias orgánicas o inorgánicas. Se moviliza en este medio y se puede acumular en organismos acuáticos. También puede depositarse en el sedimento y ser adsorbido.
Palta
Según un artículo publicado en Anales de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en el Perú, el cadmio llega al suelo frecuentemente por efluentes que contienen residuos líquidos y sólidos de plantas hidrometalúrgicas de cadmio.
¿Cómo llega al cuerpo humano?
El cadmio es ampliamente conocido por ser un metal tóxico para el ser humano. Las principales vías de contaminación por este compuesto se dan por inhalación e ingestión.
Según los CDC, entre el 5% y 50% del cadmio inhalado entrará al cuerpo a través de los pulmones. En tanto, entre el 1% y 10% del cadmio ingerido en agua o alimentos entrará al organismo a través del tubo digestivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la mayor parte del cadmio que entra al cuerpo se dirige a los riñones y al hígado, órganos donde permanece entre 10 y 35 años. En tanto, solo una pequeña cantidad de cadmio que entra al cuerpo es eliminada lentamente en la orina y las heces.
Nuestro organismo puede transformar la mayor parte del cadmio a una forma que no es perjudicial. No obstante, cuando los niveles de este metal son muy altos, puede sobrecargar la capacidad de procesamiento del hígado y los riñones.
Niveles máximos recomendados y efectos notorios en la salud
Lo más perjudicial de resultar dañado por cadmio es, obviamente, el consumo excesivo de forma inmediata.
Respirar aire con niveles muy altos de cadmio puede dañar gravemente los pulmones y causar la muerte. En tanto, ingerir alimentos o agua altamente contaminados por cadmio produce irritación grave del estómago, vómitos, diarrea y en ciertos casos la muerte.
Sin embargo, la preocupación de las entidades sanitarias está centrada en el consumo lento e inadvertido, que es lo que puede estar ocurriendo en gran parte de la población mundial.
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La OMS establece que los niveles máximos de cadmio consumidos por mes deben ser 0,025 miligramos por cada kilogramo del peso corporal (alimentos), 0,003 miligramos por litro (agua) y 5 nanogramos por metro cúbico (aire).
Cuando los niveles consumidos están por encima de los descritos, se pueden presentar los siguientes efectos a largo plazo:
- Disfunción tubular renal, lo que resulta en una mayor excreción de proteínas de bajo peso molecular en la orina, un proceso irreversible.
- Alteraciones en el metabolismo del calcio, lo que conduce al ablandamiento de los huesos y la osteoporosis.
- Cambios pulmonares, caracterizados principalmente por enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias.
- Cáncer de pulmón.
Coincidentemente, estos efectos son los mismos que sufren a largo plazo muchos fumadores. Esto se debe a que las hojas de tabaco acumulan altos niveles de cadmio desde el suelo.
Asimismo, la OMS destaca que las personas en mayor peligro son los trabajadores en minas donde se extraen estos metales, así como los habitantes de los poblados cercanos, ya que son más propensos a inhalar o ingerir este compuesto en el humo o alimentos contaminados respectivamente.