Experto de la OMS: vacunas Sinopharm y CoronaVac todavía protegen frente a ómicron
Aunque estudios preliminares señalan la disminución de efectividad en algunas vacunas, Sinopharm y CoronaVac siguen previniendo enfermedad grave, hospitalización y muerte.
El gerente de incidentes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Abdi Mahamud, declaró, durante una rueda de prensa en Ginebra (Suiza), que las vacunas de Sinopharm y Sinovac (CoronaVac) siguen manteniendo su protección contra una enfermedad grave, hospitalización o muerte relacionada a la variante ómicron (B.1.1.529) del coronavirus, propagada ya en 128 países antes de la última Navidad.
A raíz de una investigación preliminar de la Universidad de Hong Kong (HKUMed) y la la Facultad de Medicina de la Universidad China de Hong Kong (Medicina CU) —de acuerdo a la agencia Reuters—, que indica una disminución en la efectividad de las inoculaciones con Sinovac frente a ómicron, el linaje más propagado de la historia, Mahamud sostiene que dichas inyecciones anti-COVID-19, de todos modos, aún puede ser usadas en las campañas de vacunación.
El experto de la máxima entidad de salud en el mundo recalcó que cuando los anticuerpos de neutralización bajan, la siguiente capa de defensas la componen los linfocitos T del sistema inmunitario, un tipo de glóbulo blanco cuyo accionar elimina las células infectadas con SARS-CoV-2 u otros agentes patógenos.
Un trabajador de salud administra una dosis de la vacuna china CoronaVac contra COVID-19 a un hombre en un centro de vacunación en Santiago, Chile. Foto: AFP
“Si las respuestas de las células T versus el SARS-CoV-2 se mantienen, es probable que ayuden a limitar la gravedad de la enfermedad en las infecciones causadas por ómicron (...). Se informa que este escape de anticuerpos se ve facilitado por mutaciones definitorias de ómicron”, se mencionó en un estudio publicado en la revista Viruses por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Hong Kong y la Universidad de Melbourne.
Linfocitos T atacan una célula infectada. Foto: NIH
Para el epidemiólogo, la decisión de elaborar una vacuna específica contra la variante detectada por primera vez en Sudáfrica no debe recaer en las compañías biotecnológicas, sino en una coordinación global de salud. Además, expresó, es demasiado pronto como para tomar una decisión así porque faltan datos cruzados entre indagaciones científicas.
Según el Dr. Abdi Mahamud, hasta ahora se ha demostrado que ómicron invade en mayor medida la parte superior del tracto respiratorio, a diferencia de otras versiones del coronavirus que producen neumonía grave; sin embargo, esta información no es concluyente.
Todavía más importante es el hecho de alcanzar el 70% de vacunación en todo el planeta más que administrar una tercera dosis de refuerzo, afirmó de forma tajante.
“El reto no ha sido la vacuna en sí misma, sino la vacunación de las poblaciones más vulnerables”, manifestó después.
Sin esa protección otorgada por las inoculaciones, la COVID-19 perjudicará a las personas en entornos hacinados y sin ventilación, motivo por el cual el virus puede mutar una y otra vez, como ya se vio con delta y beta.