El cráneo de un niño aumenta el misterio de los primeros entierros de la historia
La cabeza del infante de la especie Homo naledi fue hallada sin cuerpo y lejos de otros fósiles, en un complejo de cuevas de Sudáfrica.
El descubrimiento del cráneo parcial de un niño en un sistema de cuevas de Sudáfrica sugiere que su especie, el Homo naledi, “enterró” a sus compañeros muertos intencionalmente. El hallazgo, revelado por dos estudios que describen el cráneo y su contexto en la revista PaleoAnthropology, complica la datación de las primeras prácticas funerarias en la Cuna de la Humanidad.
A diferencia de sus demás compañeros de especie, descubiertos en 2015 en la Cámara Dinaledi del complejo de cuevas de la Estrella Naciente, los restos del infante llamaron la atención por su ubicación. Estos fueron hallados sin cuerpo y completamente solo en una estrecha fisura del recinto. Por eso, lo nombraron Leti, una abreviación de la palabra “letimela”, que en lengua setswana significa “perdido”.
El cráneo de Leti, recuperado en 2017, consta de 28 fragmentos y seis dientes (dos de leche y cuatro adultos), además de su corteza frontal. Por dichas características, los científicos sospechan que pudo tener entre 4 y 6 años, según el ritmo de crecimiento actual, antes de morir hace casi 250.00 mil años junto a sus pares. Su sexo biológico, sin embargo, aún se desconoce.
Para Lee Berger, líder del proyecto y director del Centro de Exploración del Viaje Humano Profundo de la Universidad de Wits, el Homo naledi es uno de los parientes humanos “más enigmáticos” jamás descubiertos. Además de tener un cerebro muy pequeño (alrededor de 480 a 610 centímetros cúbicos) y haber vivido en el mismo tiempo que nuestra especie y los neandertales, también compartían características simiescas a otros predecesores.
“Su sola presencia en ese momento y en este lugar complica nuestra comprensión de quién hizo primero (...) la invención de culturas complejas de herramientas de piedra e incluso prácticas rituales “, señaló el profesor Lee Berger, líder del proyecto, en un comunicado de prensa.
Desde su descubrimiento en 2013, el sitio arqueológico de la Estrella Naciente, de más de dos kilómetros de pasajes y cámaras, es el depósito más rico de fósiles homínidos. De ella, se han extraído casi 2.000 restos óseos de ancestros homo naledi de distintas edades.
El cráneo de Leti fue hallado en un pasillo estrecho de 15 cm de ancho y 80 cm de largo encima de una plataforma de piedra caliza, cerca a la Cámara del Caos. En 2017, fue hallado un esqueleto completo de homo naledi, a quien se le nombró Neo.
¿Primeros entierros prehumanos?
Cómo H. naledi pudo haber arrastrado a sus muertos a lugares tan profundos y oscuros aún es un misterio. La sospecha de que fue llevada por un depredador ha sido descartada, ya que no presenta ningún daño visible. Por eso, el equipo plantea dos teorías: un camino similar al que hacen aún algunos babuinos encontrados por los espeleólogos en sus jornadas o haberse abierto paso con el uso del fuego. No obstante, esta última hipótesis aún carece de solidez, ya que no hay rastro de carbón suficiente para vincularlo con homínidos.