COVID-19: vacuna de Pfizer pierde eficacia más rápido que AstraZeneca ante variante Delta
Un estudio liderado por expertos de la Universidad de Oxford analizó datos del servicio nacional de salud británico recopilados entre diciembre de 2020 y agosto de 2021.
La pauta completa de la vacuna de Pfizer/BioNTech es inicialmente más efectiva contra la COVID-19 provocada por la variante Delta que la del preparado de AstraZeneca/Oxford, si bien la eficacia de la primera decae más rápidamente, según un estudio preliminar publicado este jueves 19 de agosto.
La investigación, liderada por expertos de la Universidad de Oxford, detectó que, en infecciones con alta carga viral, la protección de la vacuna de Pfizer un mes después del segundo pinchazo es un 90% mayor que la presente en individuos no vacunados, pero cae al 85% y al 78% después de dos y tres meses, respectivamente.
En el caso de AstraZeneca, la protección equivalente ofrecida por este preparado fue del 67%, 65% y 61%, respectivamente.
El estudio, que no ha sido aún revisado por la comunidad científica, analizó datos del servicio nacional de salud británico (NHS) recopilados entre diciembre de 2020 y agosto de 2021.
Asimismo, los expertos examinaron los test de 700.000 pacientes tomados antes y después del pasado 17 de mayo, cuando la variante Delta se convirtió en la dominante en el Reino Unido.
Sus resultados, explican los autores en un comunicado, sugieren que aquellos que contraen el coronavirus por la variante Delta después del segundo pinchazo tienen niveles máximos de virus similares a los de las personas no vacunadas.
Además, subrayan que, aunque los preparados no eliminan la posibilidad de contraer la enfermedad, sí reducen el riesgo de contagio y siguen siendo la forma más efectiva de garantizar protección ante la variante Delta.
“Todavía no sabemos cuánta transmisión pueden provocar las personas que contraen COVID-19 después de ser vacunadas. Pueden tener, por ejemplo, niveles altos de virus durante períodos de tiempo más cortos”, explicó Sarah Walker, experta en estadística médica y epidemiología de la Universidad de Oxford.
No obstante —precisó— el hecho de que esos pacientes puedan presentar altos niveles sugiere que “las personas que no están vacunadas pueden no estar tan protegidas ante la Delta como esperábamos”.
“Esto significa que es esencial que se vacune a tanta gente como sea posible, tanto aquí en el Reino Unido como en el resto del mundo”, agregó Walker.
Su colega Koen Pouwels observó que, a pesar de que los inmunizantes de Pfizer y AstraZeneca presentan “ligeras disminuciones de protección” ante “todas las infecciones” e “infecciones con alta carga viral”, la eficacia general de las vacunas es “aún muy alta”.
En paralelo, los expertos también constataron que una dosis del preparado de Moderna (desarrollado en Estados Unidos) tiene una eficacia ante la variante Delta “igual o mayor” que las otras dos vacunas, pero aún no disponen de datos para evaluar su efectividad tras la pauta completa.
Respecto de los intervalos entre dosis, el estudio comprobó que este factor no altera la eficacia de las vacunas para prevenir nuevas infecciones, al tiempo que detectó que los grupos más jóvenes (18-34 años) presentan niveles de protección más altos que los de mayores (35-64 años).
Los investigadores señalaron que sus conclusiones podrían servir para asesorar al Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización (JCVI, en inglés), que debe decidir si recomienda la administración de una tercera dosis de refuerzo de cara al otoño.