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Ciencia

El nuevo ciclo solar podría ser “uno de los más fuertes jamás registrados”, según estudio

La investigación contradice al panel de científicos encabezado por la NASA, que pronosticó una actividad solar tranquila para los próximos años.

Durante el punto máximo del ciclo solar, se produce la mayor cantidad de erupciones o llamaradas. Foto: NASA.
Durante el punto máximo del ciclo solar, se produce la mayor cantidad de erupciones o llamaradas. Foto: NASA.

El Sol tiene períodos de actividad de 11 años, en los que pasa de la calma a la explosividad. En el 2020, un panel internacional de científicos anunció que un nuevo ciclo solar había iniciado y que no tendría mucha intensidad. Sin embargo, un estudio posterior indica todo lo contrario.

La investigación, liderada por el astrofísico Scott McIntosh, del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EE. UU., se basa en un enfoque distinto y predice que este nuevo ciclo solar se convertirá en uno de los más fuertes desde que se tienen registros.

La importancia de estas predicciones radica en que una mayor intensidad de la actividad solar significa más explosiones en la estrella que pueden lanzar millones de toneladas de material radiactivo a la Tierra. Estos eventos causan tormentas solares, las cuales pueden afectar a los pasajeros en vuelos comerciales, dañar gravemente los satélites y, si son muy severas, estropear las redes eléctricas de las ciudades. Estas amenazas son más significativas en la actualidad, cuando gran parte de la humanidad depende de la tecnología.

Un ciclo con el doble de fuerza

La actividad solar está estrechamente relacionada con el número de manchas que aparecen en la superficie de la estrella, ya que en estas regiones se producen erupciones o llamaradas.

Las manchas solares son áreas oscuras altamente magnéticas, como los imanes de hierro. Por ello, su escasa o abundante presencia se asocia con el debilitamiento o fortalecimiento del campo magnético de Sol. Estos registros se llevan a cabo desde 1755 (ciclo solar 1).

Ausencia de manchas solares en diciembre de 2019, en comparación con el máximo registrado en 2014. Crédito: NASA.

Ausencia de manchas solares en diciembre de 2019, en comparación con el máximo registrado en 2014. Crédito: NASA.

En setiembre de 2020, un grupo de científicos encabezado por la NASA y la NOAA anunció que el número máximo de manchas en esta nueva etapa (ciclo solar 25) sería entre 95 y 130 por mes, valores similares al período anterior (ciclo solar 24).

El anuncio se hizo después de que los expertos discutieran sus análisis y predicciones basados en lo que observan en la superficie del Sol y su energía magnética. Sin embargo, dos meses después, un artículo publicado por McIntosh y su equipo en Solar Physics pronosticó el doble de manchas solares.

¿Cómo pudieron llegar a una conclusión tan diferente?

“En el interior del Sol”

El inicio de un nuevo ciclo solar significa que los polos magnéticos del Sol se han invertido (cada 11 años). No obstante, el ciclo anterior aún puede seguir activo por un tiempo. Para descifrar cuando termina realmente un ciclo, el equipo de McIntosh estudió los periodos de 22 años (los polos se invierten y vuelven a su lugar) conocidos como ciclos de Hale.

El estudio determinó que, cada cierto tiempo, las bandas del campo magnético de Sol se encuentran en el ecuador de la estrella y se anulan entre sí. Este suceso, al que han denominado “evento de terminación” o “terminador”, marca el final de un ciclo de manchas solares y la aceleración del nuevo ciclo.

“A diferencia de las erupciones solares, que ocurren en la superficie, los terminadores se originarían en el interior de Sol”, explica a La República Denis Cabezas, físico solar del Observatorio Astronómico de la Universidad de Kioto.

Según el estudio, estos eventos de terminación se pueden retrasar o adelantar, lo que trae consecuencias para el siguiente ciclo solar.

“Cuando miramos hacia atrás en el registro de observación de 270 años de eventos de terminación, vemos que cuanto más tiempo transcurre entre terminadores, más débil es el ciclo siguiente”, describió en un comunicado el coautor del estudio Bob Leamon, investigador de la Universidad de Maryland en Baltimore.

“Y, a la inversa, cuanto más corto sea el tiempo entre terminadores, más fuerte será el próximo ciclo solar”, añadió.

El ejemplo más reciente se puede apreciar en las últimas décadas: el ciclo solar 22 acabó en 1998 y el ciclo 23, en 2011. El tiempo entre terminadores fue casi 13 años y el ciclo 24 fue 35% más débil que el anterior.

Ahora, los autores se basan en otra de sus investigaciones para indicar que el terminador del ciclo 24 pudo ocurrir en un momento alrededor de mayo de 2020 (aún se debe confirmar). Como habrían transcurrido apenas 9 años desde el último terminador, pronosticaron que el ciclo 25 podría ser “uno de los más fuertes jamás registrados”.

intensidad de los ciclos solares desde 1755. En 2020, el punto verde indica la predicción de la NASA/NOAA y el morado la predicción de McIntosh. Foto. McIntosh et al

intensidad de los ciclos solares desde 1755. En 2020, el punto verde indica la predicción de la NASA/NOAA y el morado la predicción de McIntosh. Foto. McIntosh et al

En los próximos años

Tras varios meses sin manchas solares durante 2019, nuestra estrella volvió a despertar en 2020, lo que indicó la transición al ciclo 25. Sin embargo, se espera que la máxima actividad solar se produzca en 2025.

McIntosh y sus colegas indican que, en los próximos meses, a medida que el nuevo ciclo madure, se hará evidente qué método de predicción es “el más relevante”: el suyo o el que usó el panel de científicos encabezados por la NASA y la NOAA.

“El método utilizado en este estudio (McIntosh) y los argumentos sólidos dan un buen soporte a los resultados obtenidos. Por tanto, las conclusiones de este trabajo son bastante razonables y en gran medida confiables”, sostiene el físico solar Denis Cabezas.

En su opinión, el mencionado panel de científicos “se ha apresurado un poco” en su predicción y “ha pasado por alto nuevas técnicas y métodos, tal como el propuesto por McIntosh y sus colaboradores”.

Periodista de la sección Ciencia de La República. Bachiller en Comunicación Social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Especialización en Comunicación Científica en la UTEC. Experiencia como redactor en revistas y medios digitales. Mientras no trato de explicar cómo funciona el universo, hago ciclismo de montaña.