Desarrollan insulina que autorregulará la glucosa en pacientes diabéticos
A medida que aumenta el azúcar en la sangre, una nueva molécula de insulina se libera más. Cuando el nivel de azúcar baja, segrega menos cantidad por su característica de autoajustable.
El número de personas en el mundo que sufren de diabetes aumentó de 108 millones en 1980 a 422 millones en 2014. Además, entre el 2000 y 2016, la tasa de mortalidad prematura por esta enfermedad crónica subió en un 5%, según la plataforma web de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A fin de brindar una solución a este problemática, un grupo extenso de investigadores del Departamento de Química en la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y la empresa de biotecnología Gubra están desarrollando una molécula de insulina capaz de autorregularse cuando el paciente experimente un aumento o descenso en sus niveles de glucosa en la sangre.
El artículo está alojado en la revista especializada Chemistry a European Journal.
De acuerdo con el profesor Knud J. Jensen, autor principal del estudio, esta clase de insulina, normalmente segregada desde el páncreas, promete un “enorme potencial para mejorar la vida de las personas con diabetes tipo 1″. “Varía según la necesidad″, agregó.
La diabetes tipo 1 se diferencia de la de tipo 2 porque el cuerpo no produce insulina y no se puede prevenir.
La diabetes tipo 2 está más asociada al sedentarismo y factores genéticos. También requiere fármacos orales como la metformina de 850 mg. Por normal general, los que sufren de la enfermedad deben monitorizar constantemente sus cifras de colesterol, presión arterial y glucosa en la sangre, porque ante un descuido surgen diversas complicaciones.
“(La nueva insulina) les dará a los pacientes con diabetes tipo 1 un tratamiento más seguro y sencillo. Hoy en día, una persona con diabetes tipo 1 debe inyectarse insulina muchas veces durante el día y controlar con frecuencia su nivel de azúcar en la sangre pinchándose el dedo con un medidor de glucosa”, manifestó Jensen.
Luego, recalcó que, con el método propuesto, las personas estarán menos pendientes de inyectarse sus dosis en periodos cortos.
Por ahora, la hormona ha sido probada en ratas y, por fortuna, fue eficaz. El siguiente paso será “desarrollar la molécula para que funcione con mayor rapidez y precisión”, así como hacer ensayos en humanos.