Ciencia

Científicos logran, sin operación, devolverles la vista a ratas ciegas

El resultado alimenta las esperanzas para los pacientes que padecen retinosis pigmentaria, una enfermedad que hacer perder la visión paulatinamente.

Las ratas recuperaron la vista durante ocho meses. Foto: referencial / EuropaPress
Las ratas recuperaron la vista durante ocho meses. Foto: referencial / EuropaPress

Un equipo internacional de científicos ha logrado devolverles la visión a ratas ciegas sin necesidad de ser operadas. La investigación, publicada en Nature Nanotechnology, explica que aunque el resultado fue temporal (8 meses), abre la posibilidad para los pacientes que padecen de esta discapacidad a causa de la retinosis pigmentaria.

La tecnología empleada por los especialistas se basa en nanopartículas. Se trata de una prótesis de retina artificial que puede ser inyectada en el ojo sin recurrir a la intervención quirúrgica, informa El País.

Los científicos consideran este logro muy “prometedor” para dos enfermedades en específico: la distrofia retiniana hereditaria y la degeneración macular relacionada con la edad. Ambas hacen que las personas pierdan la visión de manera progresiva y la última es la causa más frecuente de ceguera.

Para este trabajo se emplearon precisamente ratas con retinitis pigmentosa, a quienes se les inyectaron nanopartículas de polímero conjugado (P3HT-NP) por debajo de la retina. Estas se distribuyeron de manera amplia y persistente en todo el espacio subretiniano, sin que se produzcan reacciones inflamatorias significativas.

Tras una sola inyección, las nanopartículas rescataron el comportamiento fisiológico de la retina a la luz, así como la actividad de la corteza visual y agudeza visual, a niveles indistinguibles de los de ratas sanas. Este efecto permaneció hasta 8 meses, indica el estudio.

“Al conferir sensibilidad a la luz después de una sola inyección, y con el potencial de alta resolución espacial, las nanopartículas proporcionan una nueva vía en prótesis retinianas con aplicaciones potenciales no solo en la retinitis pigmentosa, sino también en la degeneración macular relacionada con la edad”, comentó Mattia Bramini, investigador del Instituto Italiano di Tecnologia y de la Universidad de Granada.

Una primera ventaja de la nueva solución es una mayor resolución espacial comparada con las prótesis bidimensionales existentes. Además, las nanopartículas tienen un tamaño 300 veces más pequeño que el diámetro de un cabello, los cual les permite mantenerse extracelulares a las neuronas con una alta biocompatibilidad.

Este escenario representa para los científicos el primer intento de rescatar la sensibilidad y la discriminación espacial en las retinas degeneradas. Las prótesis modernas actuales estimulan la red retiniana interna, pero la falta de sensibilidad y resolución, y la necesidad de emplear cableado o cámaras externas han limitado mucho su aplicación.

“Aunque la agudeza visual limitada del modelo animal no permite demostrar de manera concluyente el potencial de resolución espacial de las nanopartículas, es igual o mejor a lo que se puede lograr con los implantes actuales”, concluye Bramini.