Ciencia

Catracho, el método de Honduras para reducir los muertos por COVID-19

El país logró disminuir a menos de la mitad la tasa de letalidad por coronavirus pese a que cuenta con un sistema de salud debilitado.

El plan Catracho en Honduras evitó que más pacientes con COVID-19 entraran a cuidados intensivos. Foto: AFP
El plan Catracho en Honduras evitó que más pacientes con COVID-19 entraran a cuidados intensivos. Foto: AFP

Hasta hace cuatro semanas, Honduras era uno de los países con la mayor tasa de letalidad por coronavirus en América (10 %). Sin embargo, en la actualidad esta cifra ha disminuido a menos de la mitad.

El Gobierno atribuye este gran avance a una estrategia creada por los mismos médicos hondureños: el plan Catracho. Consiste en evitar que los enfermos lleguen a requerir los cuidados intensivos —ya que Honduras posee un débil sistema sanitario— empleado un tratamiento en fase temprana.

El nombre del método proviene de un acróstico conformado por los principales medicamentos utilizados para el tratamiento: colchicina, antiinflamatorios, tocilizumab, ivermectina, anticuagulantes e hidroxicloroquina. Pero también es el apodo con que se le conoce comúnmente a los hondureños, revela Miguel Sierra-Hoffman, médico que ideó la estrategia.

En entrevista para la BBC, Sierra-Hoffman explica que se encontraba en Estados Unidos cuando se dio cuenta de que era necesario cambiar de enfoque en el tratamiento contra el coronavirus. Había observado las numerosas muertes en pacientes con COVID-19 en Europa, causadas por infecciones inflamatorias y de hipercoagulación, y creyó necesario buscar alternativas.

Fue así como nació Catracho, un plan que, además de medicamentos, contempla la administración de oxígeno a alto flujo y la pronación de forma temprana.

Curva de mortalidad en Honduras. Foto: BBC

Curva de mortalidad en Honduras. Foto: BBC

“Realmente no cambiamos ningún medicamento, solo empezamos a darlos desde el primer día del ingreso. En vez de dar los esteroides el día seis o doce, cuando la gente ya estaba ahogándose, los dimos al inicio”, dice Sierra-Hoffman.

El médico, que trabaja en el condado de Victoria en cinco hospitales diferentes, probó experimentalmente su estrategia en un grupo reducido de pacientes. Los resultados fueron favorables, por lo que Catracho se aplicó después de forma general en los nosocomios.

Pero el experto se enteró pronto de la alta letalidad que el coronavirus estaba provocando en Honduras, su país natal. Junto a otros médicos investigadores, decidió entonces proponer el método.

Disminución de muertes

Según los especialistas, el plan ofrece una mejoría paulatina en la mayoría de casos tan solo entre el segundo y tercer día de ingreso al hospital.

“En cuatro semanas, redujimos en la mitad la mortalidad en cuidados intensivos en el IHSS y se redujo la estancia media en el hospital de 16 días a unos seis o siete actualmente”, asegura Óscar Díaz, jefe de Cuidados Intensivos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).

Las autoridades sanitarias del país se interesaron por los resultados y aceptaron a Catracho como un ensayo clínico. Hoy, la estrategia ya se encuentra implementada en tres de los hospitales más grandes de San Pedro Sula, ciudad industrial de Honduras.

“Pacientes en condiciones críticas salieron del hospital con éxito. Y para nosotros fue en respuesta al tratamiento aplicado y que ha permitido que las unidades de cuidados intensivos no hayan colapsado”, indica el viceministro de Salud de Honduras, Nery Cerrato.

“Catracho podría ser el aporte más importante ante una enfermedad de la cual nadie tenia el conocimiento preciso”, detalla.