El coronavirus es “sensible al calor”, pero científicos revelan por qué no sirve de nada
En una reunión de expertos llevada a cabo en Pekín, China, se debatió sobre el impacto del clima en el coronavirus SARS-CoV-2.
Durante varios meses se ha discutido mucho en la comunidad científica sobre la posibilidad de que el calor afecte al nuevo coronavirus. Un debate que incluso ha saltado a la arena política.
El lunes 27 de abril durante una reunión informativa efectuada en Pekín, capital, de China, algunos expertos ofrecieron nuevos detalles sobre el virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19.
Wang Guiqiang, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Primer Hospital de la Universidad de Pekín, aclaró que el coronavirus SARS-CoV-2 sí es “sensible al calor”, pero a una temperatura imposible de alcanzar en la Tierra.
"El virus es sensible al calor, pero es cuando está expuesto a 56 grados centígrados durante 30 minutos y el clima nunca va a ponerse tan caliente", subrayó Wang citado por Bloomberg.
Sin embargo, algunas voces de la política internacional han esbozado lo contrario, como el presidente estadounidense Donald Trump, quien mostró su esperanza de que el brote decaiga a medida que la temperatura en los países del hemisferio norte aumente en el verano.
En cambio, el epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, advirtió el mes pasado que el coronavirus podría convertirse en una enfermedad estacional.
Y lo ejemplificó con todas las naciones del hemisferio sur que han entrado en sus temporadas de invierno, pero aún así registran casos positivos de coronavirus.
Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, la semana pasada Fauci fue claro en presencia de Trump: “Tendremos coronavirus en el otoño, estoy convencido de eso. Lo que suceda dependerá de cómo podamos contenerlo cuando ocurra”.
“A nivel mundial, incluso durante el verano, la posibilidad de que los casos disminuyan significativamente es pequeña”, añadió por su parte, Wang.
Hasta este momento se han confirmado más de tres millones de infectados y 216.063 víctimas fatales.