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Ciencia

Anticuerpo de sobreviviente del SARS revela un punto débil del nuevo coronavirus

El anticuerpo se aisló en 2006 de un paciente recuperado de la epidemia del SARS-CoV, familia del actual SARS-CoV-2 (que causa la COVID-19). Los resultados sugieren que estos coronavirus tienen una vulnerabilidad en común.

Anticuerpo CR3022, aislado de un sobreviviente del SARS del 2003. Foto: Laboratorio Wilson.
Anticuerpo CR3022, aislado de un sobreviviente del SARS del 2003. Foto: Laboratorio Wilson.

Un equipo de científicos en Estados Unidos identificó un anticuerpo que delata una potencial vulnerabilidad del COVID-19. Se trata de una proteína recuperada de un sobreviviente de la epidemia del SARS del 2003 (SARS-CoV) que es capaz de reaccionar de forma cruzada con el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).

Los resultados del estudio, realizado en el Instituto Scripps Research y publicado en la revista Science, sugieren que hay un sitio funcionalmente importante y vulnerable para esta familia de coronavirus. Este hallazgo facilita una ruta que sirve a los científicos para saber dónde atacar al COVID-19.

“Nuestro objetivo final aquí es obtener información estructural sobre los anticuerpos y sus sitios de unión, y usarla para guiar el diseño de la vacuna contra el SARS-CoV-2 (virus que causa el COVID-19), tal y como ha hecho nuestro laboratorio con la influenza y el VIH”, asegura el coautor de la investigación Nicholas Wu, citado en RT.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron el primer mapeo estructural de la interacción de un anticuerpo humano con el nuevo coronavirus a una resolución de escala casi atómica.

Gracias al mapeo comprobaron que el anticuerpo que se produjo en respuesta al SARS del 2003 (SARS-CoV) se alojó en un punto casi idéntico en el virus que provoca el COVID-19. Lo cual quiere decir que esta familia de coronavirus podría tener un punto vulnerable en común.

“El conocimiento de sitios conservados como este puede ayudar en el diseño basado en la estructura de vacunas y terapias contra el SARS-CoV-2, y estos también protegerían contra otros coronavirus, incluidos los que puedan surgir en el futuro”, señaló el autor principal del estudio, Ian Wilson.

Wilson recalcó que este anticuerpo no mata al virus del COVID-19, pero su estudio ayuda a crear una hoja de ruta para saber a dónde se deben enviar los anticuerpos para detenerlo.

La proteína hallada se llama CR3022 y fue aislada en 2006 por la compañía farmacéutica Crucell Holland B. V. (Países Bajos).