No es simple, pero los hackers eventualmente consiguen piratear las consolas. Es una problemática que logró aportar, por ejemplo, un aumento de reconocimiento a la primera consola de Sony. Y también resulta como uno de los puntos más críticos de la industria de los videojuegos y apunta a reflexionar sobre las diversas formas en las que se modifican los aparatos. Entre estas, surge la duda de saber qué diferencia hay entre los términos ‘chipear’ y ‘flashear’.
Con el paso de los años, más personas consiguieron una consola intervenida, porque esto suponía no tener que gastar tanto dinero en juegos originales. Esto sirvió indirectamente para darle impulso a empresas que ya gozaban de gran popularidad en todo el mundo, pero que no podían alcanzar a los usuarios con menos recursos económicos.
Flashear una consola es entendido popularmente como piratearla. En otras palabras, se instala un software para permitir el funcionamiento de videojuegos no originales. Como es de esperar, resulta en una medida ilegal y anula cualquier garantía del dispositivo, así que no podrás acceder al servicio técnico oficial.
Este término, según el Diccionario etimológico de palabras del Perú, hace referencia a una convergencia entre la palabra en inglés “flash” junto al sufijo “-ear”, el cual se traduce desde el lenguaje informático como: “modificar ilegalmente el sistema operativo de una computadora”.
El concepto de chipear es en realidad un ‘flasheo’ que se incorpora a la firma del lector de la consola. De esa manera, la lectura de discos de “Respaldo” (copias de un original) es viable. Actualmente se encuentran tres diferentes tipos de lectores de las consolas: lector básico, intermedio y por último, el catalogado como “inflasheable”, que ahora puede ser modificado sin tantos inconvenientes.