El empleo de las mascarillas continúa siendo objeto de desinformación en la coyuntura de la COVID-19. Esta vez, un post advierte que el uso de los cubrebocas generan una saturación de dióxido de carbono o hipercapnia y, por lo tanto, causa acidosis respiratoria, la cual produce cáncer y docenas de enfermedades.
Sin embargo, este contenido es falso: el uso de los tapabocas no produce acidosis porque no existe evidencia científica.
Es falso que el uso de las mascarillas causa acidosis y, por ello, produce cáncer y otras enfermedades. Foto: captura en Facebook.
En diálogo con Verificador de La República, Antonio Tokumoto, presidente de la Sociedad Peruana de Neumología, descartó que el uso de la mascarilla produzca acidosis respiratoria y retenga dióxido de carbono (CO2) o anhídrido carbónico, ya que no tiene fundamento científico.
Explicó que este tipo de acidosis sucede cuando se acumula CO2 en el organismo por el inadecuado funcionamiento de la ventilación del alveolo—pequeños sacos de aire y parte de los pulmones donde se realiza el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono—. Añadió que la utilización de los cubrebocas no tiene ninguna relación con esta afección.
“El pulmón es la única vía por donde eliminamos el dióxido de carbono —una sustancia de desecho producto del metabolismo—. Ahora, ¿por qué se produce un aumento del CO2 en la sangre? (...) El aire que contiene el alveolo tiene que ser renovado en cada respiración, pero cuando la respiración no es buena, entonces, el CO2 se va acumulando en la sangre. El alveolo no puede eliminarlo y el aparato respiratorio no lo puede expulsar, y este aumento del CO2 producirá una acidosis respiratoria”, detalló.
Alveolo. Foto: captura de web Baliaga 21.
Preguntamos al especialista si este tipo de acidosis ocasiona algún tipo de cáncer y el neumólogo, y respondió: “No, definitivamente no”. Precisó también que esta afección genera efectos inmediatos, siendo la más peligrosa la ‘narcosis por dióxido de carbono’, que a larga puede causar un ‘paro respiratorio’.
También explicó que las enfermedades producidas por la acidosis respiratoria son, generalmente, de tipo bronquiales y respiratorios.
Para un artículo de Newtral, Teresa Alonso, secretaria científica de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y oncóloga médica del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, declaró que, con la utilización de los cubrebocas, “no se ha demostrado que se produzcan cambios en la ‘saturación de oxígeno’ de quienes la usan a día de hoy; por tanto, no hay acumulación de anhídrido carbónico ni cambios metabólicos”.
“No existe ningún estudio que demuestre (ni siquiera un estudio serio que lo investigue), que la mascarilla quirúrgica cause hipercapnia (saturación de dióxido de carbono)”, manifestó en una publicación de Maldita, Víctor Jiménez Cid, catedrático de Microbiología de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Sociedad Española de Microbiología.
Respecto a la retención de dióxido de carbono por el uso de las mascarillas, Verificador concluyó en un artículo anterior que esto es falso. Determinó que los cubrebocas retienen partículas como las gotas que se expulsan al toser, estornudar o hablar y no gases como el dióxido de carbono o el oxígeno. También señaló que estos están diseñados para filtrar partículas, resistir la penetración de líquidos y permitir una adecuada ‘respirabilidad’.
Augusto Tarazona, infectólogo y vocal del Colegio Médico del Perú (CMP), afirmó que al ser, tanto el CO2 como el oxígeno, moléculas de gas muy pequeñas, no tienen mayor inconveniente para atravesar las mascarillas. “Si no saliera [el dióxido de carbono], si se acumulara, no duraríamos ni media hora porque la toxicidad por CO2 es importante”, advirtió.
En el post también se señala: “El vapor que emitimos moja la mascarilla y crea un cultivo agradable para bacterias, hongos, parásitos, que están en el aire y se pegan al tapabocas. Los respiramos y los vamos paseando por todos lados. También entran por la nariz y la boca”.
Sin embargo, Verificador lo desmintió en una investigación anterior. Augusto Tarazona dijo que esto no es cierto, ya que no existen condiciones para la proliferación de estos organismos. Colocó como ejemplo a los profesionales de salud que usan mascarillas desde hace años y en periodos entre 4 hasta 12 horas, por lo que aseguró: “No hay tal situación”.
“Su reproducción se da en días, semanas, (...) toma su tiempo”, sostuvo el infectólogo del CMP. No obstante, advirtió que su reutilización sí puede conllevar ciertos riesgos, como cuando “se utiliza por mucho tiempo una mascarilla que es descartable” o al no desinfectar correctamente, es decir, cada veinticuatro horas, aquellas que son de uso permanente.
La publicación es falsa porque el uso de las mascarillas no produce acidosis respiratoria, ya que no existe evidencia científica. Esta afección tampoco produce cáncer, porque sus consecuencias son inmediatas.
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