Un post en Facebook anunció que el dióxido de cloro (CDS) “no es tóxico” y es usado para limpiar y desinfectar la sangre de donantes humanos. Además, el viral con más de 32.000 visualizaciones en las últimas 24 horas anunció la existencia de una patente de una compañía Alcide que comprobaría estos usos en las bolsas de sangre en el mundo.
Sin embargo, esta información es falsa porque el dióxido de cloro no es un desinfectante de la sangre y no posee ninguna intervención médica ya que no es considerado un medicamento. Este compuesto se usa para limpiar las superficies y desinfectar el agua.
Es falso afirmar que el dióxido de cloro limpia y desinfecta la sangre de donantes humanos. Foto: captura en Facebook.
En comunicación con Verificador de La República, Enrique Argumanis, hematólogo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), sostuvo que el dióxido de cloro no limpia ni desinfecta la sangre porque ambos no se pueden mezclar.
“El dióxido de cloro es una sustancia química que tiene efecto oxidante. Origina una interacción con las proteínas (de la sangre), que puede ocasionar alteraciones hemolíticas en la sangre (…) Afecta las membranas celulares”, explicó.
El especialista explicó que el CDS es una sustancia de limpieza, no un medicamento o herramienta para el tratamiento de pacientes.
Por su parte, Luis Hercilla, médico infectólogo del Hospital Sabogal, declaró que el dióxido de cloro no tiene ninguna intervención en el tratamiento de la sangre. “La molécula del dióxido de cloro puede juntarse con la hemoglobina de la sangre y generar una alteración a nivel de ese núcleo que da lugar a una intoxicación que se llama metahemoglobina (...) Esta enfermedad podría ser mortal”, aseveró a este medio.
Según el infectólogo, el CDS es una sustancia para desinfectar el agua porque genera una acción de microbicida en gérmenes y algunos virus porque elimina la estructura molecular. “Eso no quiere decir que bajo ese principio se use en la sangre porque esta no se compara con el agua. La sangre y el dióxido de cloro son totalmente diferentes, por composición y reacción. La posibilidad de diluirse (el CDS) o separarse en agua no lo hace en la sangre”, afirmó.
El dióxido de cloro no limpia ni desinfecta la sangre de donantes humanos. Foto: José Vidal.
La hematóloga clínica Gloria Chumpitaz, miembro de la Sociedad Peruana de Hematología, también negó que el dióxido de cloro se utilice en la limpieza y desinfección de la sangre. En los establecimientos de salud, el CDS sólo se ha usado como un producto de limpieza, según la especialista. “Ninguna institución lo reconoce como medicamento”, precisó.
“Cuando una persona consume dióxido de cloro es peligroso. En la sangre, este compuesto convierte el hierro en estado ferroso de la hemoglobina normal a hierro en estado férrico formando metahemoglobina. Esta última es una forma oxidada de hemoglobina que impide la oxigenación del organismo”, especifió la hematóloga.
El dióxido de cloro (ClO2) es un compuesto químico que consta de un átomo de cloro y dos átomos de oxígeno. Es un gas de color rojizo a verde amarillento que se disuelve en agua a temperatura ambiente.
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La Chemical Safety Facts destacó los usos y beneficios del dióxido de cloro en el tratamiento del agua porque genera una desinfección avanzada. “Cuando se agrega al agua potable permite destruir las bacterias, los virus y algunos tipos de parásitos que pueden causar enfermedades. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) regula que la concentración máxima de dióxido de cloro en el agua potable no sea mayor de 0.8 partes por millón (ppm)”, detalló.
Asimismo, resaltó sus usos industriales y en la fabricación. En alimentos y bebidas, el compuesto se utiliza en el agua como un agente microbiano para lavar frutas, verduras o procesamientos de aves de corral.
En sus aplicaciones médicas, según Chemical Safety Facts, el dióxido de cloro es un esterilizador de equipos médicos, laboratorio, habitaciones y otras superficies. Es seguro y eficaz para eliminar las bacterias de los entornos hospitalarios, señaló.
De acuerdo a la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), toda la sangre donada debe ser analizada para detectar infecciones antes de su uso. “La sangre debe ser sometida obligatoriamente a pruebas de detección del VIH, de los virus de las hepatitis B y C y de la sífilis”, recomendó.
Entre las estrategias de la entidad de salud para reducir el riesgo de infección en la sangre, indicó una serie de respuestas para su prevención tales como el establecimiento de un sistema nacional de salud, actividades de asistencia y asesoramiento, cribado de calidad garantizada de toda la sangre donada para detectar infecciones transmisibles, entre otros.
En ninguna de sus recomendaciones menciona al dióxido de cloro como parte del tratamiento de desinfección o acciones similares de la sangre.
La sangre y el dióxido de cloro son totalmente diferentes, por composición y reacción. Foto: Bagus Indahono.
“La sangre total se obtiene de donantes de sangre humanos por venopunción ( extracción de sangre de una vena). Durante la donación, la sangre es colectada en contenedores plásticos estériles y desechables que contienen soluciones anticoagulantes y preservantes. Esta solución usualmente contiene citrato, fosfato, dextrosa y con frecuencia adenina (CFDA)”, explicó un informe —Uso clínico de la sangre— de la OMS.
Un artículo del neurobiólogo de la Universidad de Salamanca, José R. Alonso, dio a conocer —luego de conversar con prestigiosos hemátologos— que las personas son entrevistadas antes de donar su sangre para luego pasar por serologías VHB, VHC, sífilis y VIH, entre otras. El fin es detectar si son positivos o no para proceder con la donación.
Según la información del neurobiólogo, en los Servicios de Transfusión de los hospitales antes de transfundir cualquiera de los componentes sanguíneos, no se lleva a cabo ningún proceso de eliminación de patógenos ni semejante.
Por otro lado, respecto a la supuesta patente, una publicación de Chequeado determinó que esta se encontraba “abandonada” y “vencida”. Informó que la patente fue obtenida en Estado Unidos el 28 de mayo de 1991 por la empresa Alcide Corporation para “desinfectar o esterilizar componentes de la sangre añadiendo un compuesto liberador de dióxido de cloro con un ácido orgánico débil y un sacárido activado por calor”.
Además, señaló que el hecho de patentar una invención o idea no significa tener la autorización para utilizar el procedimiento porque antes se requiere el permiso de los organismos pertinentes.
“Lo que se concede (por una patente) no es el derecho a realizar, utilizar, ofrecer para la venta, vender o importar, sino el derecho a excluir a otros de fabricar, utilizar, ofrecer para la venta, vender o importar la invención”, informó la Oficina de Patentes y Marcas de los Estados Unidos (USPTO, por sus siglas en inglés).
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) advirtió a los consumidores que no compren o tomen productos de dióxido de cloro. “La agencia no tiene conocimiento de ninguna evidencia científica que apoye su seguridad o eficacia”, alertó el 8 de abril de 2020.
“Los niveles altos de CDS pueden irritar la nariz, los ojos, la garganta y los pulmones. No se ha encontrado dióxido de cloro ni clorito en ninguno de los 1.647 sitios de la Lista de Prioridades Nacionales identificados por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE. UU External (EPA, por sus siglas en inglés)”, afirmó la Agencia para las Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades (ATSDR).
Así también, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Perú señaló: “El dióxido de cloro es considerado un poderoso agente blanqueador, y su consumo puede causar graves daños a la salud, siendo algunos potencialmente mortales”. Además, indicó que este compuesto no cuenta con autorización sanitaria en el país.
En una anterior publicación de Verificador de La República, se concluyó que el dióxido de cloro “produce efectos negativos en la salud” por lo que su consumo humano no es recomendable.
La Agencia Española de Medicamento y Productos Sanitarios alertó, por medio de un comunicado, que las sustancias del MMS (Miracle Mineral Solution) —que incluye al dióxido de cloro— concentran una acción oxidante fuerte, y su consumo directo podría producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, fallo renal y metahemoglobinemia.
Por su parte, el Gobierno de Canadá resaltó en una publicación que la ingesta de este compuesto químico puede ocasionar intoxicación, insuficiencia renal, dolor abdominal y todos los efectos adversos señalados por la FDA. Además, indicó que su venta no está permitida en su país.
El post es falso porque el dióxido de cloro no desinfecta ni limpia la sangre. No es un medicamento, solo es un compuesto de limpieza de superficies y desinfectante de agua.
El CDS no puede mezclarse con la sangre porque ambos concentran componentes y reacciones distintas. Las instituciones especializadas en salud y medicamentos no recomiendan el consumo humano del dióxido de cloro porque no hay evidencia científica de su seguridad y eficacia, incluso advirtieron sobre sus posibles consecuencias adversas a la salud.
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