Dos momentos, dos historias vividas en Villa Rica, un distrito de selva en la provincia de Oxapampa (Pasco), donde se avistan aves y orquídeas, y las jornadas acaban entre tazas de café. ,Iván Reyna / Revista Rumbos Y de pronto aparece Villa Rica (Oxapampa, Pasco) con su majestuosa laguna El Oconal. Tiempo de navegación: 45 minutos desde el puerto Osito Ucumari, para observar garzas, yanavicos, patos, cormoranes y pollas de agua, solo algunas de las 61 especies de aves registradas en las 164 hectáreas de esta Área de Conservación Municipal, cuyos predios pertenecen a Rubén Cueva y Karina Soria. PUEDES VER: Amazonas: naturaleza y arqueología cerca al cielo Y fue una jornada afortunada porque pude ver el tijerero que todos los años migra hacia Centro y Norteamérica, recorriendo 8 000 kilómetros. Una gran travesía. Luego de una minuciosa caminata por los alrededores de la laguna es posible encontrar hasta 64 especies de orquídeas, nada menos. Después enrumbamos a Arte y Café, donde Sandra Mendizábal cuenta la historia real de este grano en el mundo, para luego aterrizar en Villa Rica. Ella deslinda mitos como que quita el sueño y aumenta el nerviosismo en las personas. Por el contrario, recomienda su consumo -no más de cinco tazas al día-, y asegura que es un excelente antioxidante, evita el mal del parkinson y mejora la circulación. También nos explica que unas 1 200 familias se dedican al cultivo de café y que han llegado a cosechar hasta130 000 quintales, pero que en los últimos años la plaga de la roya afectó la producción en el distrito. Aun así, han logrado posicionarse con 25 marcas de exportación. Es que el Perú es un país de granos finos. Y percibiendo la fragancia de ese café de exportación, pernoctamos en el fundo San Jerónimo, en la finca Madre Selva de Lucy Schutze. Pero esa es otra historia, una pincelada que aún no hemos trazado.