Explorar nuevas tradiciones y sabores al llegar a un lugar diferente siempre genera emoción. Para una recién llegada joven boliviana a España, ver mandarinas colgando de los árboles en las calles fue una revelación emocionante. Intrigada por la idea de disfrutar de los frutos frescos directamente del árbol, la joven decidió probarlas, sin anticipar lo que le aguardaba. Su vivencia se viralizó rápidamente en TikTok.
La emoción pronto se transformó en decepción cuando descubrió que las mandarinas estaban increíblemente amargas. Lo que parecía una oportunidad para disfrutar de un bocado fresco y delicioso se convirtió en una experiencia desagradable.
El video, titulado 'Mi amiga, la que recién llegó a España y se come las mandarinas de los árboles', fue compartido en la cuenta @bolivianita_porel_mundo y rápidamente se volvió viral en TikTok. Los usuarios no tardaron en comentar la sorprendente historia. La reacción de la joven ante el sabor amargo de las mandarinas generó simpatía y risas entre aquellos que vieron el clip.
Los comentarios del video viral revelaron que estas mandarinas no estaban destinadas para el consumo directo, sino que se utilizaban principalmente para hacer mermeladas u otros productos similares. Esta revelación añadió un toque de intriga al incidente y dejó a muchos preguntándose sobre el origen de las frutas amargas.
La joven boliviana se tomó el tiempo para pelarlas y al momento de probarlas, estas estaban sumamente amargas. Foto: composición LR/TikTok/@bolivianita_porel_mundo
Para la muchacha de origen boliviano, esta experiencia fue una lección en la importancia de conocer las tradiciones y costumbres locales al explorar un nuevo lugar. Lo que comenzó como una aventura para disfrutar de una simple mandarina se convirtió en una anécdota divertida.
Las escenas que, hasta el momento, han superado el millón de reproducciones generaron una ola de curiosos comentarios.
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"¿Tú crees que si se pudieran comer estarían en el árbol?", "Esas mandarinas no se comen, son de adorno", "Son naranjas amargas y se usan para mermelada. Mi madre hace zumo y lo añade a los langostinos, quedan riquísimas", fueron solo algunas reacciones de los usuarios en redes sociales.
Quienes alguna vez han probado estas mandarinas callejeras sabrán que su sabor dista mucho del de las que se encuentran en una frutería. Se trata de mandarinas ornamentales, utilizadas principalmente como elementos decorativos en las calles y retiradas para evitar incomodidades a los vecinos. En las redes sociales, incluso hay quienes expresan su disgusto por el hecho de que estas mandarinas no sean comestibles.
Estas frutas callejeras no son aptas para el consumo humano debido a su fuerte sabor amargo. Además, la piel de la fruta absorbe todos los gases y productos tóxicos derivados de la contaminación de las ciudades.
Las mandarinas suelen usarse como decoración en casas y oficinas de China. Foto: Vitónica
Algunas personas afirman utilizar estas mandarinas para hacer mermelada de mandarina amarga y emplean la piel del fruto. Sin embargo, esta práctica es desaconsejada por varios expertos, quienes advierten del alto riesgo que podría representar para la salud utilizar la piel de un fruto expuesto a la contaminación.
En España, las frutas más vendidas y consumidas suelen ser las naranjas, las manzanas, los plátanos, las fresas y los melocotones. La naranja, en particular, es una de las frutas más populares y producidas en el país, especialmente en la región de la Comunidad Valenciana. Sin embargo, las preferencias pueden variar según la temporada y la región.
Las actividades humanas están teniendo un impacto devastador en la salud de nuestro planeta. Cada año, aproximadamente 15.000 millones de árboles son talados, lo que ha llevado a una alarmante reducción del 46% en el número total de árboles en la Tierra. Esta pérdida de árboles no solo afecta la biodiversidad y los ecosistemas, sino que también tiene consecuencias directas para la calidad del aire que respiramos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 92% de la población mundial está expuesta a niveles peligrosos de contaminación del aire, lo que representa una seria amenaza para la salud pública. Para contrarrestar este problema, la OMS ha subrayado la importancia de aumentar la presencia de áreas verdes en las ciudades. Recomiendan que se plante al menos un árbol por cada tres habitantes, lo que ayudaría a mejorar la calidad del aire al absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno.
Falta de árboles en las ciudades, según la OMS. Foto: El Español