Faltan pocos días para que inicie el año escolar 2023. Los padres de familia ya comenzaron a comprar los útiles y uniformes de colegio; sin embargo, durante la década de los 80 y 90 existieron unas zapatillas que fueron muy populares entre los niños y adolescentes de la época. Además, los papás los preferían por su precio y duración. En esta nota viajaremos a aquellas décadas en que no existía TikTok, ni otras redes sociales y que tu mayor preocupación era lucir el calzado de moda, el cual marcó a toda una generación.
Antes de la llegada del nuevo milenio, la mayoría de escolares peruanos utilizó unas zapatillas y zapatos de colegio que eran todo terreno. ¿Te acuerdas? Nos referimos al calzado Sin Fin, Dunlop o los infaltables Teddy.
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Durante la década en mención, el uniforme clásico de deportes en los colegios nacionales consistía en el clásico short azul eléctrico, las medias con líneas azules y el polo blanco con estampado de Educación Física. Se completaba el look con los tenis blancos Dunlop o SinFin, marcas que se hicieron muy populares cuando al Perú llegaban pocas empresas extranjeras.
Con su logo “Huella de campeones”, las zapatillas Dunlop se convirtió en el favorito de los colegiales por su comodidad y sobre todo durabilidad. Los chicos de entonces destruían zapatos, pues al no existir aparatos electrónicos como las computadoras, videojuegos o las redes sociales pasaban más tiempo en las calles o en la escuela jugando sus deportes favoritos y estos tenis eran los elegidos para aguantar los partidos extremos. Los padres también las volvieron sus favoritas por su bajo precio y además que servían para ‘guerrear’.
“Quien lo calza no lo deja” fue el emblema que acompañó al calzado deportivo SinFin, el cual ocupó un lugar importante en la vida de los peruanos.
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Otro de los zapatos que no podían faltar en esta nota fueron los Teddy de Diamante. El calzado escolar era utilizado por miles de niños, pues su fabricación en cuero y su resistente planta hacia que más de un padre lo eligiera por su durabilidad. Solo bastaba untarles un poquito de betún y quedaban como nuevos para una nueva batalla.
Estas marcas peruanas quedaron en el pasado; sin embargo, más de un cibernauta las recuerda, ya que formaron parte de su niñez y adolescencia.