En un contexto de ahorro energético, muchos hogares desconocen el impacto del consumo 'fantasma' que se genera cuando los electrodomésticos permanecen conectados en modo de espera. Este fenómeno, conocido como 'vampiro energético', se refiere a la energía que sigue fluyendo a través de aparatos apagados pero conectados. Aunque parece insignificante, este consumo se acumula a lo largo del tiempo y contribuye a un aumento considerable en la factura de electricidad mensual.
Según estudios recientes, el consumo fantasma representa entre un 5% y un 10% del consumo eléctrico en un hogar promedio. En ese sentido, la necesidad de identificar estos dispositivos y adoptar medidas para reducir su gasto es clave no solo para el ahorro económico, sino también para reducir el impacto ambiental.
El televisor es uno de los mayores culpables en el consumo vampiro, en especial los modelos de última generación y las smart TV. Estos dispositivos, incluso en modo de espera, utilizan electricidad para funciones de segundo plano, como la conexión a internet y las actualizaciones automáticas. Aunque a simple vista parece que el televisor está completamente apagado, su sistema permanece activo para recibir actualizaciones y estar listo para su encendido rápido, lo cual representa un gasto constante.
En términos de consumo, un televisor en standby puede llegar a consumir entre 0,5 y 3 vatios por hora. A lo largo del mes, esta cifra se traduce en un aumento progresivo en el gasto energético. El avance de la tecnología, si bien permite funciones inteligentes en estos aparatos, también implica un consumo continuo que afecta directamente al bolsillo.
Los dispositivos que más energía consumen en esta modalidad, según el Laboratorio Lawrence Berkeley del Departamento de Energía de Estados Unidos, son:
Para reducir el consumo fantasma, es importante desconectar los electrodomésticos que no se utilizan con frecuencia. Cargadores, microondas, y otros dispositivos pueden permanecer desconectados cuando no se necesiten. En el caso de los electrodomésticos que requieren estar siempre conectados, como la heladera, se recomienda optimizar su eficiencia mediante un mantenimiento adecuado y ajustes en la temperatura.
Optar por electrodomésticos con certificación de eficiencia energética también contribuye al ahorro. Los modelos más eficientes consumen menos energía en modo de espera, lo que resulta en una reducción del gasto mensual y en un uso más responsable de los recursos energéticos.