Las memorias USB o pendrives sirven para guardar fotos, videos, entre otros archivos, también para transportar esa información de una computadora a otra. Hace varios años, estas unidades de almacenamiento extraíble eran muy populares en todo el mundo; sin embargo, con la llegada de Google Drive, Dropbox, OneDrive, entre otras plataformas en la nube, su uso se ha reducido y mucha gente las consideran obsoletas. ¿Todavía posees la tuya? Seguro no sabes esta curiosidad.
Antes de la llegada de las memorias USB, la mayoría de personas utilizaba los disquetes para compartir documentos e imágenes. El problema con estos dispositivos es que tenían poca capacidad de almacenamiento (1,44 MB) y se dañaban con mucha facilidad. Si bien existían alternativas como quemar la información en un CD, no todas las computadoras contaban con un lector de discos ni mucho menos un quemador.
Por ese motivo, cuando llegaron los pendrives fueron un éxito, ya que permitían almacenar mucha información de forma sencilla. Aunque las primeras memorias USB eran muy costosas y tenían poco almacenamiento (Thumb Drive de 8 MB), a medida que fueron pasando los años, comenzaron a sacar versiones con más capacidad y a precios realmente accesibles.
A pesar de su enorme popularidad, gran parte de usuarios nunca se ha tomado la molestia de examinar minuciosamente una memoria USB. Aquellos que sí lo hicieron, notaron que el conector posee dos pequeños agujeros (de forma cuadrada) que, a simple vista, parecen no tener relevancia; no obstante, una vez que conoces su utilidad, entiendes el motivo de su presencia.
Según detalla Computer Hoy, un portal especializado en tecnología, los dos agujeros presentes en todos los pendrives poseen un trabajo muy importante: sirven para conectar los pines de tu dispositivo (PC, laptop, smart TV u otro) a la memoria USB y que esta no se mueva. De esta manera, evitamos que la conexión se pierda, lo que ocasionaría que, en caso de estar grabando datos, estos queden corruptos.