Todo lo que parecía ser la negociación del siglo se ha convertido, posiblemente, en una pesadilla para ambas partes, pues ni a Elon Musk ni a Twitter les conviene lo que está sucediendo. Todo empezó con un requerimiento que hizo el dueño de Tesla hacia la mencionada red social, en donde le exigió que se haga un conteo oficial de la cantidad de bots que existen dentro de la plataforma. Esto complicó mucho las cosas, al punto de que Musk anunció que su futura compra se había truncado, lo que generó un declive inmediato en las acciones de la compañía de microblogging.
A penas se viralizó el anuncio de Musk, las acciones de Twitter pasaron de tener un valor de 54,20 a 39,50 dólares cada una, lo que supuso una pérdida aproximada de 8.000 millones. En esa misma línea, lo que había empezado como un acuerdo entre Twitter y Musk de US$ 44.000 millones, en la actualidad ya no valdría lo mismo, debido a esta pérdida.
Este 31 de mayo, un grupo de accionistas ha demandado a Elon Musk ante el tribunal federal de San Francisco por presuntamente haber manipulado el valor de las acciones de Twitter durante las negociaciones.
Según lo detallado en la denuncia, que se publicó en el medio estadounidense The Verge, los inversores acusan al empresario de hacer caer intencionalmente el valor de la red social con el anuncio de que suspendía temporalmente el acuerdo de compra de Twitter, por poner en duda que la cantidad de cuentas falsas o bots de la plataforma sea solo de un 5% (el multimillonario estima que estas ascienden a un 20%).
De acuerdo a los afectados, esto sería utilizado por el empresario para renegociar el precio de compra o retirar su oferta. Lo mencionado cobra aún más lógica y sentido si consideramos que las acciones de Tesla —la empresa que tiene como garantía para pedir los préstamos necesarios para financiar el acuerdo con Twitter— han caído un 40% desde el inicio de las negociaciones.
Por si fuera poco, los accionistas de Twitter también han demandado al inversor por haber ocultado sus intenciones para la compra de Twitter desde enero del presente año, con la finalidad de que el valor de las acciones aumenten de manera exponencial. En este período, el magnate logró reunir el 9,2% de la compañía “a un precio artificialmente bajo”, con lo que se ahorró unos 156 millones de dólares.
A la fecha, Elon se ha mantenido firme sobre sus intenciones de compra, aunque si vamos más allá, es la posición que le conviene. Pese a que aún no es el dueño legal de Twitter, hay que reconocer que, a través de sus influencias, tiene gran poder sobre la misma.
Muchos internautas se preguntan si Elon se decidirá por comprar o no la red social, y aunque la verdad es incierta, lo más conveniente para él y la comunidad es que la obtenga de todas formas. No solo por el problema legal que se podría ganar en caso de desistir en la compra, sino porque podría terminar siendo la persona que destruyó por completo una de las redes sociales más queridas y populares.