
Cuando una compañía enfrenta una crisis económica, los principales perjudicados suelen ser los trabajadores, quienes son despedidos para reducir costos y mantener la rentabilidad. No obstante, hubo una empresa que decidió afrontar esta situación de una forma totalmente distinta. Se trata de Nintendo, el gigante de los videojuegos que protegió a sus empleados de la manera menos esperada.
Actualmente, Nintendo es una de las compañías más exitosas del mundo; sin embargo, no siempre fue así. En 2013, la Gran N enfrentó una crisis tras el fracaso comercial de su consola, la Nintendo Wii U. En lugar de culpar a sus trabajadores y despedirlos, la empresa optó por una estrategia insólita para que mantengan sus empleos: reducir el sueldo de su CEO, Satoru Iwata.
Satoru Iwata nació el 6 de diciembre de 1959 en Japón. Desde muy joven mostró un gran interés por la programación y los videojuegos, lo que lo llevó a estudiar en el Instituto de Tecnología de Tokio, donde se especializó en ciencias de la computación. Durante sus años universitarios, desarrolló juegos de manera independiente, demostrando una habilidad natural para la ingeniería y la creatividad.
Su carrera profesional comenzó en HAL Laboratory, una pequeña compañía de videojuegos que colaboraba con Nintendo. Iwata se unió como programador en la década de 1980 y pronto se convirtió en una figura clave. Gracias a su talento, ascendió rápidamente y fue fundamental en el desarrollo de exitosas entregas como Kirby’s Dream Land, EarthBound y Super Smash Bros.
Iwata entró a trabajar a Nintendo el año 2000. Foto: Missing Number
Su talento hizo que fuera contratado por Nintendo el 2000. Dos años después, Satoru Iwata se convirtió en presidente de la compañía. Bajo su liderazgo, la "Gran N" lanzó algunas de sus consolas más exitosas, como la Nintendo DS y la Nintendo Wii. Esta última fue revolucionaria, no solo por su forma de jugar, sino también por atraer a públicos no tradicionales.
A finales de 2012, Nintendo lanzó la Nintendo Wii U, una consola que era retrocompatible con la Wii y que ofrecía características innovadoras, como un mando con pantalla táctil que permitía seguir jugando incluso con el televisor apagado. Lastimosamente, no fue bien recibida por los usuarios, debido a un catálogo de juegos limitado en su lanzamiento y la fuerte competencia de ese entonces.
A diferencia de su predecesora, la Nintendo Wii (que vendió más de 101 millones de unidades), la Nintendo Wii U solo alcanzó los 14 millones, convirtiéndose en una de las consolas menos exitosas de la compañía japonesa. Este fracaso comercial provocó una crisis financiera interna, y todo parecía indicar que habría despidos masivos para estabilizar las finanzas.
Satoru Iwata se sentía responsable del fracaso de la Nintendo Wii U, así que propuso una insólita estrategia para evitar despidos: reducir su sueldo en un 50%. Esta propuesta fue aceptada por los altos ejecutivos de la compañía, muchos de ellos seguieron el ejemplo de su CEO y también disminuyeron sus elevados salarios para mantener la estabilidad financiera de Nintendo.
"Sinceramente, dudo que aquellos empleados que teman ser despedidos sean capaces de desarrollar videojuegos que puedan impresionar a la gente alrededor del mundo", sostuvo Iwata en esos años. Gracias a su estrategia, motivó a todo su equipo a sacar adelante a la compañía, un objetivo que lograron con el lanzamiento de la Nintendo Switch, que ha vendido más de 150 millones de unidades.
Satoru Iwata con una Nintendo Wii U. Foto: Xataka
Lamentablemente, Satoru Iwata falleció el 11 de julio de 2015, a los 55 años, debido a un cáncer en los conductos biliares. Su muerte fue un golpe duro para la industria de los videojuegos y para millones de gamers, quienes lo recuerdan como un líder visionario y humano, que fue una pieza clave para el éxito que Nintendo sigue teniendo actualmente.
El impacto de su partida fue enorme, no solo en Nintendo, que lamentó su pérdida. Figuras importantes de empresas rivales, como Sony y su división PlayStation, usaron sus redes sociales oficiales para expresar su pesar por la muerte de Satoru Iwata, quien en vida mencionó que en su tarjeta de presentación era CEO, en su mente desarrollador y en su corazón un gamer.

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