Los usuarios utilizan el Códigos QR para convertir elementos gráficos en enlaces que pueden ser compartidos, a través de las redes sociales u otras plataformas. A pesar de su popularidad en la actualidad, muchos desconocen el origen de este cuadrado repleto de pequeños cuadrados negros repletos de información. Si no conoces su historia, aquí te lo contamos al detalle.
Se puede decir que los dueños de tiendas físicas fueron los primeros en utilizar esta herramienta, ya que cada vez habían más personas caminando por las calles con el smartphone en la mano. Esto incentivaba a que utilicen sus teléfonos para captar el Códigos QR y así puedan visitar sus webs para ver los productos y ofertas de la empresa.
Por si no lo sabías, los Códigos QR, que significa Quick Response o respuesta rápida, ya tiene 25 años entre nosotros, pues fue inventado en 1995 por el ingeniero Hara Masahiro, trabajador de Denso, quien se inspiró en el legendario juego de mesa Hundir la flota.
Según señala Andro4all, Masahiro solía jugar en su hora de almuerzo. Entonces, un día, mientras ordenaba las piezas en blanco y negro en la cuadrícula, me di cuenta de que representaba una forma directa de transmitir información. Fue un momento Eureka”.
El objetivo del ingeniero era hacer más fácil la obtención de información para los empleados, quienes tenían que escanear varios códigos. Por ello, su invento les permitiría recoger hasta 4.200 caracteres alfanuméricos, que están codificados en varios patrones dentro de un solo cuadro.
A pesar de su gran idea, Masahiro no contaba con los recursos necesarios para desarrollar esta importante herramienta, lo cual motivó a que abra una patente para que otras empresas puedan desarrollar sus propios Códigos QR, la misma que para el 2002 ya era popular en todo el mundo.
Desde entonces, los Códigos QR se han ido adaptando a la necesidad que tienen las personas de brindar y recibir información, pues ahora podemos utilizar esta herramienta para ver videos, agregar amigos en redes sociales, visitar un sitio web, corroborar la compra de algún producto o servicio, entre otros.