El narcotráfico no tiene límites. Luis Carlos Ávalos Gonzales, de 39 años, ingresó a nuestro país como turista. Fue detenido luego de facturar el equipaje. Este es el tercer ciudadano mexicano capturado en las últimas horas por agentes de la Dirandro.,El narcotráfico siempre encuentra nuevos métodos, no tiene límites. A los ya conocidos burriers, que llevan cápsulas en sus intestinos y ponen en riego en su vida, o las llamadas momias y maletas con doble fondo se le sumó una modalidad hasta ahora poco frecuente: agentes de la Dirandro detuvieron a un mexicano que ocultaba 36.770 kilogramos de cocaína en la estructura de una jaula canina donde llevaba a su mascota. PUEDES VER: http://larepublica.pe/impresa/sociedad/757062-edith-gallardo-la-modelo-mexicana-que-cayo-en-las-redes-del-narcotrafico Se trata de Luis Carlos Ávalos Gonzales, de 39 años, quien había llegado desde su país como turista. Durante el control de los equipajes en el depósitop temporal de la empresa Talma, ubicada en Elmer Faucett 2803, Callao, la actitud y el comportamiento de este viajero hizo sospechar a los agentes antidroga, quienes procedieron a controlar el equipaje que había facturado, así como las pertenencias que portaba consigo. El resultado de esa revisión fue negativo y se procedió entonces a realizar una inspección en la jaula donde llevaba un can como mascota: ahí las autoridades observaron ciertas irregularidades. El pasajero comenzó entonces a mostrarse nerviosa. De inmediato fue trasladada a una oficina de la Dirandro donde se descubrió la carga de cocaína cotizada en casi 2 millones de dólares en el mercado negro europeo. No es el primer caso que llama la atención de los policías. Entrenados especialmente para detectar intentos de introducir droga a través del aeropuerto, los agentes desbarataron a bandas que utilizaban distintos métodos. Encontraron cocaína en lugares tan singulares como las tapas de libros, el líquido refrigerante de jarras de cerveza, implantes mamarios, dentro de juguetes o incluso bajo pelucas, en una pierna enyesada o entre pañales. El narcotráfico no tiene límites. Y eso lo demostró también una banda de mafiosos en el centro poblado San Martín, distrito de Chinchao (Huánuco) donde se encontró 17 mil 570 plantones de marihuana cultivados en 4 hectáreas de terrenos con sembríos de maíz.