Desde hace una semana, una pareja de adultos mayores enfrenta una situación de extrema vulnerabilidad tras ser desalojados de un piso que alquilaban en la Asociación Los Pinos, en Puente Piedra, debido a una deuda económica. En plena temporada navideña, ahora sobreviven en las calles junto a su hija, quien tiene una discapacidad que la mantiene en silla de ruedas, y cuatro perritos rescatados, enfrentando el frío, la falta de recursos y la indiferencia social.
Además de su propia lucha por recuperar su dignidad, los abuelitos enfrentan el reto de velar por el bienestar de su hija de 30 años, quien quedó con discapacidad tras ser atropellada. Su situación se agrava por la falta de un documento de identidad, ya que no está inscrita en el Reniec, lo que le impide acceder a atención médica y a otros servicios básicos esenciales para su calidad de vida.
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Tras ser desalojados del único ambiente que alquilaban en un primer piso durante dos años, la familia se ha visto obligada a refugiarse en un parque. Rodeados de sus pocas pertenencias y sus cuatro perros rescatados, enfrentan la precariedad de vivir en la calle. La señora Mila, de 67 años, expresa su mayor preocupación por la salud de su hija Joselyn, quien no puede caminar ni acceder a atención médica adecuada.
Joselyn, de 30 años, quedó con discapacidad tras sufrir un atropello y necesita tratamientos médicos especializados. Sin embargo, no ha podido continuar con su resonancia magnética ni recibir atención adecuada debido al robo de su documento de identidad (DNI) hace un año, lo que la excluye del sistema de salud. Además, padece de anemia, lo que agrava aún más su situación. La frustración de no poder ayudar a su familia y la falta de acceso a servicios básicos han hecho que la situación sea desesperante tanto para ella como para sus padres.
"Por estar acá sentada se me ha inflamado las piernas. Fui a la posta de mi localidad, pero no quisieron atenderme en la posta que está acá a la vuelta de mi casa", comentó con tristeza. A pesar de su situación, enfrenta grandes dificultades debido a su falta de documentación. "Estoy indocumentada, tengo las huellas dactilares bloqueadas. Si quisiera rehabilitarme en alguna asociación fuera del país para poder caminar, no puedo. Me están robando la posibilidad de tener una identidad y de rehabilitarme".
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En busca de apoyo, la familia solicitó ayuda al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, pero, según Joselyn, les informaron que no calificaban para recibir asistencia. Esta respuesta ha dejado a la familia aún más desprotegida, enfrentando una difícil lucha por recuperar su estabilidad y dignidad en medio de un panorama de abandono.
La familia pide cualquier tipo de apoyo para asegurar su bienestar y evitar seguir viviendo en la calle, especialmente en esta época navideña. Además, requieren asistencia médica y un lugar adecuado donde vivir. Las personas que deseen colaborar pueden hacerlo a través del aplicativo Yape, enviando sus contribuciones al número 928 283 314, a nombre de Mila Cayetano Cruz. Cualquier monto será de gran ayuda para cubrir los gastos más urgentes y proporcionarles un alivio en su difícil situación.