Ate, uno de los distritos declarados en emergencia, tuvo un jueves cargado de violencia y muerte. Seis personas, entre ellas tres miembros de una familia, fueron asesinadas en el lapso de doce horas. Sin embargo, en lo que va de esta medida decretada por el gobierno para frenar la inseguridad, ya se han cometido 12 homicidios, solo en ese sector de Lima.
Son causas difíciles y los recursos y el personal necesario para llevar adelante investigaciones escasean. Los expedientes se acumulan, al ritmo desenfrenado, de la cantidad de crímenes alarmantes que contabiliza la capital.
Uno de los casos que conmocionó a los pobladores de Ate ocurrió el 15 de octubre en el colegio Julio C. Tello, donde fue asesinado el profesor Julio Pacheco Pimentel por un sicario que ingresó al plantel, haciéndose pasar por un trabajador del Poder Judicial.
La madrugada del jueves Sulma Sóraida Rodríguez Rivera (50), murió baleada junto a sus hijos Iler Ítalo y Anyela Lucía, en Huaycán.
Todo este cúmulo de situaciones marca un escenario complejo, y los números son elocuentes. Ayer, el alcalde de ese distrito, Franco Vidal, cuestionó la falta de un trabajo serio para frenar la inseguridad y aseguró que el estado de emergencia ha fracasado.
“El estado de emergencia fracasó en Ate y en todo el país porque los resultados que se ve es el aumento de la ola de crímenes y no se ha reducido en lo absoluto”, dijo.
Asimismo, calificó de “deficiente” el trabajo del ministro del Interior, Juan José Santiváñez. “Yo creo que sí se debe cambiar al ministro porque no hay una estrategia real”, afirmó.
En efecto, Lima Metropolitana está viviendo uno de los momentos más dramáticos y de absoluto pánico en medio de una ola de crímenes.
Un hermano y tío de las víctimas del triple asesinato de Ate, mostró su indignación por este suceso que los dejó devastados.
“He perdido a mi familia y pedimos que se haga justicia. Ojalá la presidenta Dina Boluarte tenga la voluntad de mirar noticias y que mire lo que estamos pasando. El Perú se desangra, día a día”, dijo Neptalí Rodríguez.
“Lo que sentimos es impotencia, miedo e incertidumbre. Lo mismo que sienten muchos peruanos, y lamentablemente van a seguir matando gente”, señaló Alfonso Lliuyac, esposo de Sulma.
El coronel Ricardo Espinoza, jefe de la División de Homicidios, descartó que el triple asesinato sea por extorsión o criminalidad organizada.
También informó sobre la captura de dos presuntos implicados. Hernán Jhonny Gómez Hidalgo (24) y Samuel Hidalgo Raymundo (42), sin embargo, juraron ser inocentes y aseguraron no haber cometido el múltiple asesinato. Ellos fueron sometidos a la prueba de absorción atómica.
Fiscalía. El fiscal Alfonso Barrenechea dispuso que la División de Homicidios asuma la investigación del triple crimen.
Reunión. El Minitro Juan Santiváñez y el alto mando PNP se reunieron para establecer planes y estrategias para combatir la extorsión.