En el distrito de San Isidro, se erige un emblemático parque con una rica historia de más de cuatro siglos. Este pulmón verde, que alberga más de 2.000 árboles, no solo es un refugio natural en medio del bullicio urbano, sino que también representa el 1,7% del total de áreas verdes de la capital peruana. Con sus vastos paisajes y una biodiversidad sorprendente, este espacio ha sido testigo silencioso de la evolución de la ciudad.
Desde la época colonial hasta la modernidad, su frondosa vegetación y tranquilos rincones han servido como un remanso de paz para sus visitas locales y extranjeras, lo cual ofrece un respiro del ajetreo diario y una conexión íntima con la naturaleza. Su mantenimiento y preservación reflejan un compromiso continuo con la sostenibilidad y el bienestar comunitario. En esta nota, conoce cuál es este parque.
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En el distinguido distrito de San Isidro, Lima, se encuentra el Bosque El Olivar, que data de 1560, cuando Antonio de Rivera trajo las primeras plantas de olivo de Sevilla, España. Este parque de más de 10,3 hectáreas de área es un tesoro natural y cultural que destaca por su singularidad y riqueza histórica. Dicho emblemático espacio verde, declarado Monumento Nacional en 1959, alberga más 2.000 árboles, entre ello, aproximadamente 1.600 olivos centenarios, plantados originalmente en el siglo XVII por los primeros colonos españoles.
Con su serena atmósfera y frondosa vegetación, El Olivar no solo ofrece un respiro del ajetreo citadino, sino que también es un punto de encuentro para la comunidad, donde la naturaleza y la historia se entrelazan armoniosamente. Su importancia ecológica y patrimonial lo convierte en un símbolo de identidad y orgullo para los limeños, invitando a locales y visitantes a descubrir y disfrutar de sus encantos atemporales.
En el año 1920, se inició el proyecto de urbanización del lugar bajo el nombre de “Compañía Urbanizadora San Isidro”. Foto: Ciudad Más
En este entorno residen 25 especies de animales, incluyendo aves, reptiles, mamíferos y peces. Particularmente, destaca la diversidad de aves, como el turtupilín, el botón de oro, el violinista y el gavilán acanelado, entre otros.
El médico veterinario zootecnista Connie Gallardo Vel, responsable de la investigación de la carrera de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Científica del Sur para La República, explica que "la gran diversidad de aves se debe a las características del espacio". "Va a variar mucho, si estas aves tienen alimento, las especies y edad de los árboles, si hay o no fuentes de agua, ruido, tipo de iluminación. En este caso, el parque reúne todas las características para que diferentes aves se encuentren allí", añadió.