"Fue como jugar a la lotería", contó Antonio Flórez, a La República, sobre el origen de su vínculo con China. "No sabía si el viaje se iba a dar", agregó. Él estaba en los últimos ciclos de su carrera cuando, por curiosidad, se matriculó en un curso de chino intensivo. Así, se enteró de una beca para estudiar dicho idioma en Beijing. Postuló sin pensar que ganaría, pero fue seleccionado. Viajó con la idea de vivir solo un año en Asia. Desconocía que serían muchos años más de lo pensado.
Flórez nació en Cusco, pero dejó el Perú para residir en Costa Rica con solo 14 años. En el país caribeño, estudió Filología Clásica en la Universidad de Costa Rica (UCR). Todo parecía indicar que su vida estaría ligada al mundo de las letras. Jamás imaginó que, en los años siguientes, trabajaría en la industria de los videojuegos de China.
Durante sus clases de chino intensivo, su profesora le habló de la posibilidad de ir al extranjero. Sin pensarlo demasiado, postuló, aunque sin muchas expectativas de ganar. Por eso, se sorprendió al saber que estudiaría becado en la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing.
"No le había dicho nada a mi familia (de la postulación). Me había inscrito y no me había puesto a pensar mucho en ello", detalló. Su proyecto era viajar y, luego, volver a Latinoamérica. Pero eso no sucedió. "Tuve que quedarme. Así que conseguí un trabajo. Primero, pensé en permanecer tres meses. Luego, se volvieron seis meses. Pasaron dos, cinco años, y, bueno, hasta ahora (sigo acá)", relató Flórez, quien llegó al gigante asiático en 2009 y empezó a laborar en 2010.
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"Trabajar aquí es apasionante y enriquecedor. (...) A veces uno se encuentra haciendo cosas que no pensó realizar", mencionó Antonio Flórez sobre su experiencia en la industria de videojuegos de China.
Antonio Flórez ha liderado el posicionamiento de videojuegos chinos en Europa, Estados Unidos o América Latina. Foto. cortesía/Antonio Flórez
"Cuando eres extranjero, no te van a requerir necesariamente que hables perfectamente chino, pero sí van a esperar que manejes el mercado internacional (...) Si no lo manejas, (se considera que) no haces bien tu trabajo", agregó.
Resaltó también la velocidad con la que se desarrollan las empresas en China, tanto las de la industria de los videojuegos, como las de otros ámbitos.
"Justo cuando conversé con una amiga que también trabaja en el mundo de los videojuegos, me dijo: 'Lo que en Europa o Estados Unidos demora cinco años en desarrollarse, en China se hace en solo uno'", indicó.
Pasar de estudiar becado a trabajar en el gigante asiático no fue nada sencillo. Cuando llegó a Asia, su universidad se encargaba de gestionar todos sus trámites. Al independizarse, tuvo que hacerlo por su cuenta. Era todo un desafío.
Antonio Flórez estudió Filología Clásica antes de residir en China. Foto: cortesía/Antonio Flórez
Su primera experiencia laboral fue en una compañía que creaba mensajes de textos para enviar a celulares. "Me tocó conversar no solo con canales de distribución de Latinoamérica, sino también con personas de África o Indonesia", contó.
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Esta experiencia inicial le ayudó a establecer contactos con organizaciones de China y de otros países. Así, pasó de generar contenido a representar a su compañía para establecer negocios con marcas extranjeras.
En 2014, esta empresa abrió una división de creación de juegos digitales. Gracias a su trayectoria, Flórez asumió el reto de vender los videojuegos en lugares como Estados Unidos o América Latina.
Desde entonces, ha trabajado en varias compañías de dicho sector. Una de ellas fue Cocos, el cual es reconocido como uno de los motores de desarrollo de videojuegos con mayor demanda en China. Antonio Flórez se encargó de expandir este negocio en el extranjero.
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"Fue una experiencia muy enriquecedora (...) Esta compañía es como un hub entre todo lo que es la creación de contenido interactivo dentro de China", aseveró. Actualmente, labora en otro proyecto orientado al mercado de Brasil, aunque ya no como parte de Cocos.