A 2.980 metros de altitud, en la provincia de Urubamba, en la comunidad de Urquillos, nació el proyecto comunitario la Casita de los Picaflores. Dicha propuesta fue creada en el 2022 y, hace solo unos meses, ganó un reconocimiento del Ministerio de Cultura por la implementación de una biblioteca comunitaria que ayuda en la educación de los infantes. Sin embargo, esta gran iniciativa empezó de una forma inesperada cuando su directora Giselle Silva llegó a dicha zona rural en Cusco.
En declaraciones a La República, la psicóloga clínica contó que no pensó en elaborar un proyecto de dicha magnitud, pero, poco a poco, se fueron dando las condiciones que le impulsaron a trabajar en favor de la infancia. “Las personas de la zona me comentaron que había mucha necesidad con respecto al tema de violencia, maltrato y otros. Esto se inició con una necesidad no cubierta por mujeres y, en ese momento, también venían niños. Le comenté a otras psicólogas de por qué no abrimos un espacio para recibir a los niños. Ahí empezó todo”, dijo.
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Durante el primer año, ella junto con otras colegas empezaron a brindar talleres a los menores sobre el trabajo del arte y el juego, una constante durante la primera infancia. No obstante, poco a poco, y gracias al apoyo, se pudo avanzar en más talleres también involucrando a las familias. “Es necesario ver un enfoque integral. No solo con los niños, sino ver a los padres. Los modelos de crianza, sus dudas y si tienen algún problema no resuelto”, apuntó.
En el segundo año, Silva añadió al proyecto una biblioteca comunitaria gracias a la familia de su esposo fallecido. “Se logró empezar con los libros que antes tenía mi esposo. Pudimos instalar un lugar en la plaza para los niños. Luego, vinieron los donativos de libros”. En la actualidad, más de 100 menores se benefician con el gran proyecto implementado.
Hoy, las familias agradecen esta gran oportunidad en favor de sus hijos. “Tenemos una gran oportunidad para nosotros, las mamás, papás y nuestros hijos, porque nos dan un apoyo muy grande para su desarrollo y están muy felices”, señaló Zoraida, una madre de Urquillos.
Durante el primer año brindaban talleres a los menores sobre el trabajo del arte y el juego, una constante durante la primera infancia. Foto: cortesía para LR
Tras ganar el concurso del Ministerio de Cultura, ahora se iniciará el proyecto de 24 libros viajeros para cada niño y niña. Bajo esta propuesta, los infantes se llevarán un libro a casa para seguir impulsando su amor hacia la lectura.
Si quieres apoyar con el proyecto por Navidad para que los niños tengan un cuento de calidad y, así, formen su primera biblioteca en casa, estos son los números de cuenta del proyecto: