A pesar de haber roto su alianza con Vladimir Cerrón hace dos meses, el congresista Jaime Quito cuestionó la reciente sentencia que ordena la encarcelación del líder del partido Perú Libre por corrupción. Quito argumenta que detrás de esta decisión judicial hay una clara persecución política dirigida hacia un sector de la izquierda.
El congresista, ahora no afiliado a Perú Libre, señaló que la decisión judicial de imponer prisión efectiva por una condena inferior a los 4 años levanta sospechas, ya que en la mayoría de casos similares se aplica prisión suspendida. Vladimir Cerrón fue condenado a 3 años y 6 meses de cárcel por el delito de colusión relacionado con el aeródromo Wanka, y hasta el cierre de edición, se mantenía prófugo.
Quito expresó su preocupación: "Me parece que es una persecución política. Yo soy abogado y nos indican que, a partir de cuatro años, las penas son efectivas, pero no me parece apropiado que un juez decida imponer una pena efectiva en un caso con una condena de tres años y seis meses". Cuando se le preguntó si encontraba indicios de culpabilidad en su exaliado político, Quito señaló que el hecho por el cual están siendo sentenciados ni siquiera se ha concretado (el aeródromo Wanka).
El congresista enfatizó que, aunque tenía diferencias con Cerrón, especialmente por su alianza con el fujimorismo para asumir la mesa directiva del Congreso, se solidariza con el líder de Perú Libre, ya que percibe que detrás de su situación hay una politización excesiva del sistema judicial. "Es una forma de neutralizar a ciertos sectores", afirmó.
Quito también mencionó que ya existe un historial de persecución judicial contra otros líderes sociales y citó como ejemplo a los exdirigentes del Valle de Tambo, Jesús Reynoso y Jaime De la Cruz, quienes cumplen sentencias por disturbios y la afectación de servicios públicos durante las protestas contra el proyecto minero Tía María. Cuando se le preguntó si Cerrón debería enfrentar la justicia, Quito respondió que cada individuo elige su estrategia de defensa y que "debe rendir cuentas ante el pueblo y la historia".