La mañana del sábado 2 de septiembre, cinco estudiantes asesinados por el Grupo Colina fueron enterrados luego de décadas de búsqueda de los cuerpos. Los familiares de los alumnos desaparecidos en el caso La Cantuta manifestaron que ahora están más tranquilos tras darles cristiana sepultura a las víctimas.
Raida Cóndor es la madre de Armando Amaro Cóndor, quien fue estudiante de la Universidad Enrique Guzmán y Valle durante la época de máxima violencia en el Perú. La señora se mostró esperanzada porque su búsqueda de justicia dio un paso grande.
"Mi hijo ya está acá. Aunque sea un pedacito, pero ya está acá. Mi lucha, mi caminar, mi andar y reclamar no han sido en vano, porque, si yo no lo buscaba, quién lo iba a hacer. Decían que eran terroristas, y él no era terrorista. Solo era estudiante de la Universidad La Cantuta, que siempre dijeron que era la universidad de los terroristas", declaró Cóndor a La República.
La mamá de Amaro no dudó en repudiar los hechos de sangre que enlutaron al país durante la década más dolorosa para quienes perdieron a sus seres queridos.
"Cuando no lo encontraba, me iba a Cieneguilla para llorarle y reclamarle a Dios por qué había permitido la matanza y tanta crueldad contra nuestros estudiantes", agregó Raida Cóndor.
Otros familiares de las víctimas del caso La Cantuta, como Carolina Oyague, hermana de Dora Oyague, indicaron que la búsqueda de justicia no parará, pero que se les haya entregado algunos de los restos de los estudiantes asesinados los deja un poco más tranquilos.
"Mi familiar fue torturada, secuestrada y desaparecida por el Grupo Colina, que era el brazo armado del presidente Alberto Fujimori. La estuvimos esperando siempre con los brazos abiertos en casa y ahora la hemos podido despedir. Nosotros vamos a exigir que se sigan haciendo las investigaciones. No debe primar la impunidad porque eso no fue un error, sino un actuar sistemático donde el Estado se manchó con la sangre de nuestros compatriotas", precisó Carolina.