Los ríos de donde se capta agua para abastecer del líquido elemento a la ciudad de Puno, comenzaron a secarse. Este panorama obligó a la empresa municipal de Saneamiento Ambiental (Emsa), a reducir a la mitad el tiempo de abastecimiento del agua potable a los usuarios de la ciudad.
Luis Aguilar Coaquira, gerente general de Emsa Puno, explicó que si en una zona determinada abastecían agua durante una hora, ahora se reducirá a media. En este tiempo los usuarios deben acumular la cantidad de agua necesaria.
Solo el barrio Chanu Chanu, tiene doce horas de servicio continuo. Su geografía ayuda a los residentes de la zona. Los usuarios están asentados en una planicie a donde llega el líquido potabilizado por caída libre, en razón a que los tanques se encuentran en las partes más elevadas. Lo mismo no sucede con otros puntos de la ciudad.
Aguilar Coaquira, aceptó que la nueva medida se aplicará en los siguientes días. Aceptó que ello generará afectación, pero que es necesario para cumplir con todos los sus usuarios. Explicó que en la ciudad de Puno, se capta agua de tres lugares.
El primero es el lago Titicaca, en el sector de Chimu. De esa zona se atiende al 75 % de la ciudadanía. Pero a raíz de la reducción de 40 centímetros de altura del lago, por la ola de calor y la ausencia de lluvias, se dejó de captar 10 litros de agua por segundo.
La situación más crítica es con el río Totorani, ubicado en el centro poblado del mismo nombre. Debido al periodo de estiaje y al estrés hídrico, la captación de agua se redujo de 25 a 17 litros por segundo. En el río Aracmayo, su caudal bajó de 7 litros a 0.50 litros. Prácticamente, lo que se capta no permite abastecer a los usuarios.