En Lambayeque, se ha abierto un debate por las medidas que se deben adoptar para hacer frente a la inseguridad ciudadana. En la víspera, el gobernador regional, Jorge Pérez, propuso que el Ejército Peruano salga a las calles a patrullar para salvaguardar la vida de la colectividad ante el incremento de hechos delictivos. Sin embargo, no todas las autoridades comparten esta opinión.
El jefe de la II Macro Región Policial Lambayeque, general PNP Marlon Anticona, subrayó que no está de acuerdo con esta solicitud porque la institución a la que representa es la encargada de combatir el hampa. No obstante, agregó que para ganar esta batalla se necesita del respaldo de las gestiones locales, debido a que los recursos logísticos con los que cuentan son limitados.
“La policía está para trabajar con lo que tiene, yo no he venido a enfrentarme con ninguna autoridad. Si el señor gobernador considera conveniente llevar a cabo esta convocatoria es su responsabilidad. En la región, de 521 vehículos, se encuentran inoperativos 245, que representan el 40%, pero continuamos accionados y no consideramos que la delincuencia nos está ganando”, remarcó.
Población pide que militares patrullen las calles luego de que un menor de 10 años muriera en balacera. Foto: Clinton Medina/La República
En tanto, Jorge Pérez, mencionó que tras una reunión con los integrantes del Comité Regional de Seguridad Ciudadana (Coresec) se enviará un documento a la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) para que se declare a Lambayeque en emergencia y se pedirá al Ministerio del Interior que refuerce el sistema de inteligencia en lo que concierne al sicariato y el crimen organizado.
“Además, vamos a instar al Ministerio de Defensa para que establezcan sitios estratégicos donde se coloquen tanquetas y efectivos del Ejército”, insistió.
A favor. El prefecto de Lambayeque, Jorge Capuñay, se mostró a favor de que los militares apoyen la labor de la Policía por los últimos acontecimientos de marcaje y asesinatos. El pedido se realizó tras la muerte de un menor de 10 años en una balacera.